El Papa Francisco agradeció a médicos, enfermeras y a todos aquellos que entendieron que “nadie se salva solo”.
Las palabras del Pontífice hacen alusión a quienes trabajan en supermercados, farmacias, en el transporte público y en casa ocupación que permite que los demás seres humanos sigan en su confinamiento total durante la crisis médica generada por el Covid 9 o coronavirus.
Este agradecimiento lo dio el Papa Francisco en la bendición ‘Urbi et Orbi’ -a la ciudad y al mundo- en una Plaza de San Pedro, en el Vaticano, totalmente vacía, pero que los fieles de todo el mundo llenaron de oraciones desde el encierro de sus casas.
Los «médicos, enfermeras, lo encargados de reponer los productos en los supermercados, las limpiadoras, las cuidadoras, los transportistas, las fuerzas de seguridad, los voluntarios, los sacerdotes y las religiosas no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show, pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia», dijo el Papa Francisco al agradecerles su sacrificio en bien de los demás.
La bendición ‘Urbi et Orbi’, ante una plaza bañada por la lluvia, fue un homenaje a las cerca de 9 mil persona que han fallecido desde diciembre, cuando se conoció la propagación del Covid 19 desde China a los demás países del mundo.
¿Por qué el Papa dice que estamos asustados y perdidos ?
«Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos», dijo el Sumo Pontífice.
“… Las personas han avanzado durante años sintiéndose fuertes y capaces de todo, codiciosos de ganancias, dormidas ante guerras e injusticias, sin escuchar a los pobres y los enfermos, y pensando en que estaban siempre sanos en un mundo enfermo”, agregó el Pontífice.
Para posteriormente agregar que “nadie se salva solo” y pedir que la humanidad asuma este crisis médica como un renacer del mundo.