“Hay deficiencias o daños”, dice la Contraloría General de la Republica sobre el famoso Puente de Hisgaura, que parece “mecerse” cuando pasan los carros.

“Sí es un acordeón”, señala la “Crónica de Gardeazábal”, para www.rutanoticias.co:

“El puente sí es un acordeón

Este país tiene muy mala memoria o está traspapelado en otros menesteres lo que obliga a que se la sigan haciendo una y otra vez.

Hace un tiempo Colombia vio alarmada como los ingenieros españoles que construyeron y entregaron el puente Hisgaura, en la carretera que lleva a Málaga en Santander, más parecía un acordeón que un verdadero viaducto.

Con un cuento o con el otro, pero en especial porque hubo quien les garantizara a sus usuarios que ese defecto aparentemente visual no era un inconveniente ni acercaba a la inseguridad a quienes lo atravesaran en sus vehículos, los colombianos nos olvidamos del puente acordeón y, obviamente, de los ingenieros españoles.

La semana pasada, cuando todavía estaba fresco el nuevo escándalo de otros ingenieros españoles, los que firmaron el contrato para seguir botando la plata en el aterrizadero de aviones de los manizalitas, es decir en menos de ocho días, la Contraloría General de la República nos renovó las críticas a las firmas hispanas de constructores con el fallo sobre el puente Hisgaura, o puente acordeón.

Y, lo peor, es que ningún medio recordó ni la trayectoria casi siempre equivocada de esas firmas de ingeniería en Colombia, ni mucho menos el protuberante acordeón por el que hoy día circulan los vehículos que van y vienen de Málaga.

Según el fallo de la Contraloría “hay deficiencias o daños que dan lugar a la necesidad de cambio del tablero del puente Hisgaura, por el que se pagaron 21.064 millones de pesos”.

Y, como era obvio, la misma Contraloría advierte que” la durabilidad del puente Hisgaura se ha disminuido en función de la presencia de fisuras/grietas que vienen desde la construcción del tablero puente y que permanecerán con tendencia incremental durante toda su vida útil”.

En tales condiciones el proceso de responsabilidad fiscal asciende a 23 mil millones de pesos porque a más de rehacer el tablero del puente, es decir de quitarle su perfil de acordeón, debe repararse e incluso reemplazar totalmente de forma periódica, la carpeta asfáltica con la que taparon su perfil de sube y baja.

Palabras más, palabras menos, los señores de Sacyr, los ingenieros ibéricos de marras, nos la volvieron a hacer, como en Tobia – Puerto Salgar y el coro de hirsutos que pretendió hacernos creer que ese puente no tenía perfil de acordeón tocan hoy la melodía de la canción repetida.

Gustavo Álvarez Gardeazábal. El Porce, julio 18 del 2022.

Puede escuchar el audio aquí: https://www.spreaker.com/episode/50609863