La urbanización Jorge Robledo fue “tomada” por vándalos y encapuchados que robaron elementos de ella y los incendiaron, en medio de protestas alrededor del ITM y el Colegio Mayor.
Lo peor es que un periodista denunció lo que pasaba y el jefe de comunicaciones de la Alcaldía de Medellín, Juan José Aux Trujillo, le pidió que se callara y no alertara sobre lo que pasaba en ese momento en la ciudad, un aparente acto de censura sin justificación.
Solo tres horas y media después del secuestro de la Urbanización Jorge Robledo llegó la Policía.
Así se lee la noticia en El Reverbero, de Juan Paz:
“Alrededor de seis horas duró el bloqueo o secuestro de la urbanización Jorge Robledo, ubicada entre el Instituto Tecnológico Metropolitano y el Colegio Mayor de Antioquia, por vándalos y encapuchados que convirtieron una marcha estudiantil pacífica en hechos bochornosos que terminaron en enfrentamientos con el Esmad y la Policía.
La verdad es que la autoridad apareció a las 5 y 30 de la tarde, cuando los habitantes de la Urbanización Jorge Robledo, en la comuna 7, completaban 3 horas y media completamente aislados; 23 bloques, 189 apartamentos bloqueados.
Los estudiantes bloquearon la vía principal en los semáforos con la 73, o el Volador, que es la salida al mar y en los semáforos de la vía San Germán que conecta el sector con la 80.
A la urbanización Jorge Robledo no le permitieron el ingreso de las busetas escolares con niños que salieron desde las 6 de la mañana a estudiar y estaban sin almorzar ya a las 3 de la tarde; impidieron el ingreso de un vehículo de emergencia médica; ningún carro o moto, podía entrar o salir de la urbanización.
¿Por qué no se podía alertar sobre los vándalos?
Papás y mamás corriendo con los niños en medio de esa turba enardecida para ingresarlos a la urbanización. Y la autoridad escondida. ¿Dónde estaba la autoridad, dónde estaba la policía, dónde estaba el Esmad?
Se robaron seis canecas de la Urbanización y les prendieron fuego y con ellas bloquearon las vías en el sector de los semáforos.
El Esmad llegó a las 5 y 30, y una hora después la policía, y solo hasta las 7 de la noche pudo restablecer el orden, y eso que relativamente.
Pero el caso más particular ocurrió con el jefe de prensa de la Alcaldía, Juan José Aux Trujillo. Resulta que el periodista Jairo León García comenzó a enviar información a la página de la Alcaldía, para enterar a los periodistas y a las autoridades de la gravedad de lo que estaba pasando.
Juan José Aux llamó a García para pedirle que no alertara de lo que estaba sucediendo, que no era tan grave. – “O me toca bloquearlo en la página”, amenazó. A lo que García le manifestó: – “Tranquilo, no se preocupe que yo me salgo”, e inmediatamente se salió.
Seguramente el jefe de prensa de la Alcaldía, Juan José Aux Trujillo, piensa que si los hechos no se publican no existen, o que matizando la verdad se disimulan los problemas. ¿O qué tal si a él y a su familia los encierran así en una urbanización?
La verdad es que la autoridad se hizo presente 3 horas y media después que estos vándalos ejercieran su violencia a su antojo, sin control alguno, imponiendo la ley del terror. Como si ellos fueran la autoridad…
Y la autoridad respondió tarde…