La estética del delito en Aníbal Gaviria es un recuento del abogado Mauricio Urquijo sobre la “antioqueñidad” que despertó la captura y suspensión del Gobernador de Antioquia.

Pero esa antioqueñidad, o regionalismo, o defender a los buenos, no tiene en cuenta ninguna de las razones jurídicas que originaron esa decisión, sino más bien a esa estética del delito en Aníbal Gaviria que nos lleva a definir que “… La justicia que construimos a diario desde nuestras opiniones no es más que una justicia con criterios estéticos: una persona es peligrosa cuando pertenece a una banda de desadaptados que comete delitos de barrio, pero no es peligrosa cuando se le acusa de obrar corruptamente y de tener el poder y las intenciones de seguirlo haciendo, ¿por qué? Porque teniendo mucho poder para huir o vivir cómodamente, ha decidido hacernos el favor de gobernarnos”.

Con una discusión eterna, en muchas ocasiones se castiga más fuerte al autor del delito menor que a quien comete una falta más grave contra la sociedad.

“… Comencemos por afirmar que el delito no tiene estrato social, pero el castigo sí. Esta es una realidad inocultable porque las prioridades del diario para la justicia son los delitos de “baja” calaña como los raponazos, portes de armas o drogas, y en general los delitos callejeros que para dicha de los pícaros de cuello blanco son los que más le preocupan a la mayoría de ciudadanos y por eso terminan sobresaliendo frente a los delitos más graves que son los que se cocinan y ejecutan en las oficinas “bien”…”

¿Quiénes son intocables para la Fiscalía?

No se juzga que Aníbal Gaviria sea culpable, se analizan las decisiones de la Fiscalía, que a veces son “lesivas” para la mente colectiva, para la “antioqueñidad”.

“… Basta ver las cifras de investigaciones y condenas por delitos de calle y compararlas con las de los delitos de poderosos para concluir que el sistema penal es de terciopelo con la gran corrupción, y de ese sistema somos parte nosotros mismos cuando salimos a lapidar a un funcionario de la fiscalía porque se atrevió a tocar a un intocable de esos que para la galería son incapaces siquiera de tener malos pensamientos”.

Finalmente, después de analizar la captura y suspensión de Gaviria, Mauricio Urquijo también le pide a la Fiscalía buscar más en los anaqueles de la justicia.

Y encontrar casos como la construcción del barrio Naranjal (también, como el puente, entregada por Aníbal Gaviria y su secretaria Margarita Ángel Bernal a los hermanos Solarte, en una licitación donde solo se presentaron ellos) y la venta del lote de la central mayorista, con un detrimento patrimonial para la alcaldía, que estaba bajo la mano de Gaviria, de entre 10 mil y quince mil millones de pesos.

Estética del delito en Aníbal Gaviria, por el jurista Mauricio Urquijo:

https://drive.google.com/file/d/1s90bsXcalnwRVBxsCQcdCHcULmRN1X4H/view