Las malas obras de los Alcaldes del periodo 2016 a 2020 reciben sus dosis de “castigo” de El Jodario, la columna de opinión de Gustavo Álvarez Gardeazábal.

Para El Jodario ninguno se escapa, ni el que tumba árboles para meter cemento, menos el que incumple sus compromisos financieros y muchísimo menos el que construyó (o destruyó ¿) a Hidroituango.

Este es El Jodario, de Gardeazábal, para Ruta Noticias:

“En este cuatrenio le tocaron a Colombia unos alcaldes muy particulares o por lo menos difíciles de olvidar.

“¿Quién en Bogotá, en los próximos 50 años, podrá dejar de recordar como el alcalde Peñalosa les sembró cemento hasta los tuétanos a las reservas ecológicas, les taló los árboles de sus avenidas para uniformarlas como en Paris y le arrebató el verde histórico a la ciudad?

¿Quién en Bucaramanga podrá olvidarse en las próximas dos generaciones del viejito rico y caprichoso que le ordenó a la brava los ires y venires de su movilidad, tumbó los árboles que le dio la gana para que dejara de ser la ciudad bonita y se sentó a esperar que todos se cansaran de criticarle que su hijo tenía intereses en las basuras?

“¿Y quién en Cali podrá olvidarse del otro viejito rico y terco que les quitó las bancas del parque de Caycedo, tumbó todos los mataratones (centenares) de la antigua carretera a los bañaderos de Pance y, en acto incalificable, les quitó a los bomberos el porcentaje que, por acuerdo municipal, tenían desde hacía 40 años? ¿Y quién olvidará que fue ese mismo señor, honra y prez de la industria metalúrgica, quien cuadró los altos y bajos de la Tesorería del Municipio incumpliendo los acuerdos de subsidio y sostenimiento a las 16 compañías y casas de teatro que existían en 2018?

“Ni a  Peñalosa  ni a  Hernández ni a Armitage, hechos con la misma tijera y equivocados con el mismo ímpetu, podrán olvidarlos Bogotá, Bucaramanga y Cali, ni la historia  política y anecdótica de Colombia tampoco, porque coincidieron en los mismos cuatro años con Federico, el presidente de la junta impulsadora de Hidroituango, con Char el constructor de las gradas para ser candidato presidencial, y con Guillermo Alfonso, el de Ibagué, que subió tanto los prediales que multiplicó por miles los avisos de arriendo y venta en todos los ventanales. Y, por supuesto, con 6 alcaldes de Cartagena que subieron para hacer nada”. @eljodario