El fallo sobre el aguardiente amarillo, con el cual la Corte Constitucional determina su libre circulación por Colombia, es histórico. Ahora, la pregunta es ¿a cuál le irá mejor, al de Antioquia, al de Caldas o al del Valle?, la respuesta la da Gustavo Álvarez Gardeazábal, @ElJodario, en su análisis para www.rutanoticias.co:
“A BEBER AMARILLO
En un fallo que puede resultar histórico, la Corte Constitucional desmontó la decimonónica facultad que tenían los departamentos de autorizar o no el consumo de aguardiente. Desde la Constitución de 1863, la de Rionegro, la norma fue pasando camuflada de reforma en reforma de la carta magna hasta llegar a nuestros días concediendo poder a los gobernadores para autorizar o no la venta de aguardiente de otros departamentos en su territorio.
El país dejó de ser federal en 1886 y de Constitución en Constitución fue viendo perder las viejas fronteras entre los estados y las actuales entre los departamentos, pero la norma sobrevivió disimulada.
El fallo a más de histórico, es anecdótico porque la batalla la libró el aguardiente Amarillo de Manzanares que la Industria de Licores de Caldas ha venido produciendo desde hace más de 80 años, pero que por el capricho constitucional no podía ser legalmente consumido en los tres focos más grandes de comercialización, Antioquia, Cundinamarca y Valle, donde se apertrechaban en la salvaguarda sus sendas licoreras para impedir la venta.
Pero el fallo también es trasformador económica y políticamente porque los departamentos donde ahora se podrán tomar otros aguardientes distintos a los producidos en sus licoreras, pagarán todos por igual el mismo impuesto de consumo y es casi seguro que la renta de los tres departamentos que lo prohibían, y donde se consumía sin pagar impuesto, vaya a crecer.
Pero, por supuesto, obliga a cada una de sus licoreras a adoptar planes de mercadeo tan ingeniosos y constantes como el que ha tenido la Licorera de Caldas con sus caldos espirituosos.
Se podrá entonces tomar Amarillo en Cali y en Envigado, en Bogotá y en Popayán.
Y, a su vez, el aguardiente Antioqueño lo tomaran sin tapujos los descendientes de la colonización paisa en todo el país.
Al que le toca duro es al Blanco del Valle, sin respaldo publicitario y sin esquema de mercadeo nacional. Amanecerá y veremos.
Gustavo Álvarez Gardeazábal. El Porce, febrero 7 del 2025”.
Escuche el audio de @ElJodario sobre el fallo sobre el aguardiente amarillo: