El ex general Mauricio Santoyo regresó a Colombia, deportado de Estados Unidos tras pagar una pena mínima por exportar cocaína a ese país. En el año 2012 había sido condenado a 13 años de cárcel, pero en el 2016, por su “colaboración” con la justicia americana, le fue rebajada a 7 años.

Además de ser el primer alto oficial en ser extraditado a Estados Unidos por narcotráfico, el general Mauricio Santoyo también cobró notoriedad por ser jefe de seguridad de Álvaro Uribe Vélez cuando el hoy senador fue Presidente de la República.

Inmediatamente descendió del avión, el general Mauricio Santoyo fue detenido para que responsa por dos acusaciones, una donde es vinculado por alias don berna con vínculos con los grupos paramilitares, al lado del general del ejército Rito Alejo del Río, y el intento de desviar la investigación por el crimen del humorista Jaime Garzón.

En segundo caso es la desaparición de dos familiares de desaparecidos en Medellín, cuando Santoyo era comandante del Gaula de la capital paisa.

En el año 2000, Ángel José Quintero Mesa y Claudia Patricia Monsalve Pulgarín fueron obligados, por varios hombres armados, a subir a un carro, sin que hasta el año 2019 se sepa qué pasó con ellos.

Así se narra su desaparición en la página https://vidassilenciadas.org/caso-angel-jose-quintero-mesa-y-claudia-patricia-monsalve-pulgarin/    “El 6 de octubre de 2000, después de compartir un rato varios compañeros de la seccional Medellín, siendo las 10 de la noche, Ángel acompaña a Claudia a tomar el transporte colectivo que la llevaría a casa y regresaría para salir con el resto de compañeros. Pero Ángel nunca regresó, al día siguiente al indagar por Claudia se conoció que algo había pasado. Se inicia la búsqueda, las denuncias y en la tarde se reciben varias llamadas en las que se decía que tenían a Ángel que le avisaran a una persona de ASFADDES y que era “una vaina política”.

“El sábado 7 de octubre se inicia el rastreo, donde se obtiene la información de que habían sido esposados y obligados a subir a un automóvil Chevrolet Swifft, por varios hombres armados. El colectivo de derechos humanos Semillas de Libertad, con otras organizaciones que desde Bogotá hicieron presencia para apoyar la búsqueda, solicita la activación del mecanismo de búsqueda urgente y en esta se autoriza la interceptación de varios teléfonos para precisar de dónde venían las llamadas. El fiscal da cuenta de que el teléfono en ASFADDES Medellín ya estaba intervenido por un Fiscal del Gaula, quien dijo no conocer el contenido de la orden que ya estaba autorizada, con esto se descubrió que la orden era falsa y se conoce públicamente que llegaron a ser más de 2.000 las líneas interceptadas de manera ilegal”.

Sus cuerpos nunca aparecieron y ahora las familias esperan que el general Mauricio Santoyo les ayude, 19 años después, a encontrar una respuesta.