Gustavo Petro es presidente de un país que él tiene en su cabeza autoritaria y en la que no cabe la humildad y lo reflejó en un discurso de posesión donde prometió “de todo”.
Ojalá, por el bien de Colombia, que ese país sea una realidad, pero para lograrlo deberá cambiar la economía mundial, la tasa de corrupción en Colombia, toda la clase política del país, volver “ángeles” a quienes contratan obras con el estado, manejar los apetitos de los reconocidos corruptos que lo apoyan y hasta convencer a los árabes de volver a ser pobres.
Ah y, además, convencer a los otros 192 países que conforman la ONU de que Gustavo Petro tiene razón y hay que legalizar la droga y que están equivocados los otros 192 presidentes.
Ojalá, Por Colombia, que en cuatro años se diga que Gustavo Petro es presidente de ese país ideal, que ilusionó con su simbolismo y la palabra cambio y que todo no fue fruto de su megalomanía.
Porque, por ejemplo, aseguró que hablará con los países árabes para buscar y desarrollar nuevas estrategias de tránsito hacia combustibles no fósiles, es decir, que los jeques y emires van a aceptar la teoría de un presidente que vive a 13.633 kilómetros de ellos, unas 16 horas en avión, y van a dejar de producir petróleo y volver a vivir de las arenas o de los paseos en camello de los turistas.
La nueva Colombia, que podría ser real si cambia la economía mundial y… y… y …, la fundamentó Gustavo Petro en cuatro cambios y diez guías:
Lo principal, según su discurso, será convertir en realidad la reforma tributaria que buscará “no apretar” sino “redistribuir” la riqueza, un nuevo marco pensional para los colombianos, un NO definitivo al fracking y la aceptación y aplicación del acuerdo de paz y del informe final de la Comisión de la Verdad.
¿Gustavo Petro es Presidente y qué propone?
Su propuesta incluye diez grandes “temas del país” que dice aplicará inmediatamente y durante los cuatro años de gobierno:
Cumplir el acuerdo de paz y seguir las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad.
Cuidar de los abuelos y las abuelas, los niños y niñas y las personas con discapacidad, creando “una política de cuidados”.
Gobernar con y para las mujeres, generando igualdad y seguridad para las colombianas.
Dialogar con todos y todas, logrando que el diálogo sea el método y los acuerdos el objetivo.
Escuchará a los colombianos y no gobernará a distancia.
Defenderá a los colombianos de todas las violencias, creando una estrategia integral de seguridad.
Luchará contra la corrupción: “vamos a recuperar lo que se robaron, vigilar para que no se vuelva a hacer y transformar el sistema para desincentivar este tipo de prácticas. Ni familia, ni amigos, ni compañeros, ni colaboradores… nadie queda excluido del peso de la Ley, del compromiso contra la corrupción y de mi determinación para Luchar contra ella”.
Protegerá el suelo, el subsuelo los mares y los ríos.
Desarrollará la industria nacional, la economía popular y el campo colombiano
Cumplirá y hará cumplir la Constitución de Colombia.
Ojalá, por Colombia, se pueda cumplir, o quién despierta a Gustavo Petro y le dice que se baje de la megalomanía y asuma la realidad de lo que puede cumplir.