Que Gustavo Petro tenía cáncer y que la quimioterapia le había tumbado el pelo o que tenía una enfermedad terminal y el tratamiento lo tenía sin pelo.

Que, cual dictador narcisista y ególatra, se había sometido a un tratamiento capilar para recuperar su cabello.

Hasta que desde la propia Casa de Nariño señalaron que sí, que en realidad era un tratamiento capilar y que por eso el gobernante de Colombia se ponía una cachucha, una pieza informal del vestuario, que usó para recibir a presidentes y embajadores, posesionar a magistrados y hasta a la Fiscal de la Nación y tantos otros dignatarios que no tenían un pelo de bobos y seguro se preguntaban qué le pasaba en su cabeza.

¿Qué tiene Gustavo Petro en la cabeza?

Y hoy, finalmente, cual estrella de cine, Gustavo Petro dejó ver de nuevo su cabeza pelada, literalmente, y con tan poco pelo como, seguramente, tendrían las cabezas de quienes se estresaron buscando créditos aquí y allá para pagarle los rescates y que no matara a sus familiares secuestrados.

Tan pero tan poco pelo que esta vez Gustavo Petro lidera las menciones en redes sociales no por sus “brillantes” ideas o sus “ambiciosos proyectos” sino por la burla general por el “estado de su cabeza” (estéticamente hablando) y hoy muchos de los señalamientos, o menciones, se van a algo sencillo, la plata de ese implante capilar, como la plata de tantos proyectos en Colombia, ¡se perdió!!!

¿Cuánto vale un tratamiento capilar?

(El costo de un trasplante capilar en Colombia resulta de multiplicar 3.250 pesos por cada folículo que se implante y lo sugerido es de 4.000 folículos en adelante, o, en plata blanca, de 13 millones de pesos en adelante, menos de los que vale la llanta de un carrotanque de agua para La Guajira …a precios del gobierno de Gustavo Petro).

Al final, viendo los resultados del trasplante capilar hay que decir la vieja y categórica frase de los calvos, lo único que para la caída del cabello es el piso.