A pocas horas del cierre de la compuerta número dos de Hidroituango el Gobierno nacional, la Alcaldía y Empresas Públicas de Medellín afirmaron que no hay ninguna orden de evacuación ni alarma para las comunidades cercanas.

Este miércoles, a las seis de la mañana, se cierra la compuerta número dos, la cual permite que el agua circule hacia la casa de máquinas de Hidroituango, medida tomada en el mes de mayo del 2018 para evitar que las aguas colapsaran la presa de la central eléctrica y generaran una tragedia sobre las ciudades y las comunidades que viven aguas abajo, en las riberas del Río Cauca.

Después del cierre de esa compuerta de Hidroituango, se esperará a que las aguas suban nuevamente hasta el vertedero (a 405 metros sobre el nivel del mar), para cerrar la compuerta número uno y así poder ingresar a la casa de máquinas y saber, definitivamente, el daño sufrido por los equipos e instalaciones.

Según el Alcalde de Medellín, se cumplieron los cerca de cien protocolos que ordenan las medidas preventivas y se cree que no hay posibilidades de una tragedia.

Igual tranquilidad dio el gerente de EPM. “Esta operación lo que va a dar es tranquilidad sobre el segundo cierre. Vamos a ver cómo va a reaccionar el sistema”, aseguró Jorge Londoño de la Cuesta.

Por su parte el director del sistema nacional del riesgo, Eduardo José González, explicó que tras el cierre de la compuerta se establecerán tres periodos críticos.

El primero en la hora de cierre, cuando se podrían generar remolinos internos y un flujo de agua incontrolable que afectarían internamente la montaña (la cual está en una zona de fallas geológicas).

El segundo a la sexta hora después del cierre, cuando se conocerá qué consecuencias generaron las aguas internamente en la montaña y en el flujo de agua que va al vertedero y su efecto sobre la caverna de aire y agua descubierta recientemente en la montaña.

Y la tercera a las 24 horas del cierre, cuando ya podría darse un parte de tranquilidad inicial, según el reporte que entreguen los 600 monitores de sismicidad instalados alrededor de la montaña y la central de Hidroituango.

A las doce de la noche se evacuarán los 30 grupos de trabajo que laboran en la central eléctrica y a las seis de la mañana los cinco operarios que estarán en la sala de control bajarán la compuerta número dos (un helicóptero estará sobre ellos previendo cualquier emergencia que generen las aguas y la montaña y coordinado la evacuación, si fuera necesaria) . Ese será el momento de saber si Hidroituango sobrevivió a la crisis generada en abril del 2018 y con ella se salvan los 12 billones de pesos invertidos en su construcción.