Javier Spíndola se llamaba en su natal Estados Unidos y Javier López Carbonell en Colombia.

Traficó en Norteamérica y con el dinero que logró se escapó a Colombia, por allá por el año 2001.

En el Valle del Cauca compró una partida de bautismo y en la Registraduría de Cartago una cédula de ciudadanía colombiana.

En el Valle se quedó, protegido por los narcos locales, y años después este cubano norteamericano buscó el mar y se fue a vivir a Santa Marta.

Hasta que llegó a Interpol Colombia una alerta de las autoridades de Estados Unidos sobre este narcotraficante sentenciado en una corte de Texas por las altas cantidades de droga que introdujo desde Colombia y que vendió en las calles de ese país.

Una serie de interceptaciones de la Fiscalía y seguimientos de la Policía permitieron confirmar su identidad y dónde se escondía.

Finalmente, “en un operativo que contó con el respaldo de la Registraduría Nacional del Estado Civil, las autoridades colombianas localizaron en Santa Marta y expulsaron del país a Javier Spíndola, ciudadano cubano-estadounidense”, dice el boletín.

Tras comprobar que se trataba de Spíndola, Migración Colombia pidió a la Registraduría Nacional del Estado Civil la anulación del registro civil de nacimiento y la cancelación de la cédula de ciudadanía, ambos documentos obtenidos de manera ilegal, para proceder a su expulsión a Estados Unidos.

Javier Spíndola será expulsado esta misma semana a Estados Unidos, donde, al llegar, será capturado por narcotráfico.

Puede leer: https://www.registraduria.gov.co/Con-apoyo-de-la-Registraduria-Nacional-del-Estado-Civil-autoridades.html