Hombre Jorge Oñate, quizá “porque Dios en la tierra no tiene amigos …” es que decidió llevarte a su lado.

En Medellín, casi un mes después de que el coronavirus lo atacara, Jorge Oñate González perdió la batalla con una enfermedad “inteligente” para buscar como matarte, pero muchas veces bruta al escoger quiénes deben vivir, y quiénes no.

Aunque el “Jilguero de América” superó el coronavirus, las secuelas que le dejó llevaron a una serie de intervenciones quirúrgicas y a una pérdida de sangre que finalmente causaron su muerte.

Originario de La Paz, Cesar, de padre “cachaco” y madre caribeña, Oñate pareció nacido para la balada.

Pero empezando el año 1968 su participación en una parranda vallenata, posterior a un día de competencia en el Festival Vallenato, llevó a que las disqueras se fijaran en él y que naciera la invitación a grabar su primer disco.

En 1968 y 1969 nacerían “Festival Vallenato” y “Conmigo es el Baile” que serían el inicio de una carrera musical de 48 discos LP y compactos, con los cuales ganaría 25 discos de oro y 7 de platino.

En su primera grabación, le explicó a El Espectador, “…Poncho Zuleta era guacharaquero y corista de la agrupación, mientras que Diomedes Díaz era el utilero del conjunto”.

Contrario a muchos ídolos vallenatos, nunca Oñate salió de su pueblo. “…Soy el único cantante que sigue viviendo en el pueblo en el que nació. Yo no me he mudado a ninguna ciudad grande y sigo radicado en La Paz, Cesar”, contó al periódico.

“Nido de Amor”, “Alicia Adorada”, “No Comprendí tu amor”, “Ausencia”, “El cantor de Fonseca” y “No voy a patillal”, entre cientos de exitos más, son su legado.

Hombre Jorge Oñate, AY hombe, en tu tierra querida… » dejaste un vació que no hay como llenarlo».