El gobierno de Colombia le pidió, al fin, la renuncia a la ministra de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Karen Abudinen, semanas después de que se alertara que esa dependencia había entregado un contrato, por un valor superior al billón de pesos, cuyo ganador había incumplido con las obras y además falsificó documentos para “ganarse” el contrato.

La denuncia sobre la ministra Karen Abudinen y el contrato multimillonario lo realizó la periodista Paola Herrera, de WRadio.

Su denuncia permitió descubrir que el ministerio entregó un anticipo de $70 mil millones que hoy estarían en Delaware, un paraíso fiscal en Estados Unidos.

El escándalo posterior y las criticas diarias en las redes sociales llevaron a que la RAE (Real Academia Española), relacionara en twitter el apellido de la ministra Karen Abudinen y “creara” el verbo Abudinar como sinónimo de “robar” o “corrupción”.

El contrato, de un valor cercano a 1.2 billones de pesos, pretendía llevar internet a colegios y escuelas de las zonas rurales de Colombia.

El “ganador” fue la unión temporal Centros Poblados, que tenía como abogado a un jurista relacionado con los hermanos Iván y Samuel Moreno en Bogotá.

La funcionaria, según informes periodísticos, sería cuota de la “Casa Char”, de Barranquilla.

La ministra enfrenta una moción de censura en el Congreso, que es respaldada por el partido Liberal, el partido de la U, Cambio Radical y todos los sectores de la Oposición, con su renuncia el debate no se realizaría y ese sería el afán del Gobierno.

La ministra es famosa por rodear, con varios integrantes del equipo de seguridad de Iván Duque, a un periodista y “pedirle” que borrara una grabación sobre el presidente de Colombia.