Hace dos años, tres oficiales del Ejército de Colombia y cuatro soldados querían hacerse millonarios buscando una caleta del clan del golfo que estaba escondida en la zona rural del corregimiento de Cuturú, a hora y media de Caucasia.
Esa caleta, con algunas armas, pero principalmente con los dineros recogidos por la venta de droga, la extorsión al comercio y los finqueros y la explotación ilegal de oro era “vox populi” en la región, pero nadie sabía su exacta ubicación.
En esta zona del bajo cauca antioqueño actúa el Bloque Roberto Vargas, del Frente Yeison Leudo Chaverra, de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC – Clan del Golfo), que sería el dueño de la caleta.
En busca de esa caleta del clan del golfo, el hoy teniente en retiro Jahyr Stephen García Echaves, el cabo tercero Oscar Iván Joven Zúñiga, el sargento segundo Diego Alejandro Castillo Castillo y los soldados profesionales Alfredo Julio Basilio, Juan Camilo Navarro Galindo, Juan Esteban Regino Corrales y José Rafael Morales Donado secuestraron a tres personas, las torturaron y mataron a una de ellas, pero nunca pudieron ubicar la fortuna.
Lo que si lograron, tras descubrirse el cadáver, es que la Fiscalía de Colombia investigara la historia de la caleta del clan del golfo y los enviara a la cárcel.
¿Qué militares buscaban la caleta del clan del golfo?

“Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos presentó ante un juez de control de garantías a seis integrantes y a un exintegrante del Ejército Nacional que estarían involucrados en la retención ilegal y tortura de tres civiles, y la muerte de uno de ellos, en hechos ocurridos en zona rural de Caucasia (Antioquia) entre el 20 y 21 de abril de 2023.
“Los elementos materiales probatorios indican que los militares habrían aprehendido sin orden judicial a los particulares en el corregimiento de Cuturú, trasladado a la base de patrulla móvil del Batallón Rifles del Ejército Nacional y sometido a tratos crueles y denigrantes, en medio de preguntas insistentes sobre la ubicación de una caleta con dinero que pertenecería a un grupo armado ilegal.
“Uno de los retenidos murió por ahogamiento. Al parecer, fue sumergido en un lago; mientras que los otros dos quedaron en libertad luego de ser presentados ante un delegado de la Fiscalía, quien estableció que no había mérito para capturarlos y judicializarlos”, señala el boletín de prensa de la Fiscalía de Colombia.
Los siete capturados fueron imputados por los delitos de homicidio en persona protegida y tortura contra persona protegida. Los cargos no fueron aceptados.
Por disposición del juez de control de garantías, los uniformados activos deberán cumplir medida de aseguramiento en un centro de reclusión militar; y el teniente en retiro García Echaves permanecerá privado de la libertad en su lugar de residencia.