Una investigación de la Policía Antioquia permitió descubrir un laboratorio de cocaína en Girardota, que producía una tonelada de alcaloide a la semana, según las autoridades.
Este laboratorio de cocaína en Girardota pertenecía a la Banda La Terraza, que de ser el ala militar encargada de los crímenes para Pablo Escobar y el Cartel de Medellín se convirtió en procesadora y productora de estupefacientes.
Una tonelada de cocaína, enviada al exterior, representa desde 30 millones de dólares (120 mil millones de pesos) hasta 50 millones de dólares (199 mil millones de pesos) para los narcotraficantes dependiendo del mercado al que se envíe.
¿Cómo encontraron un laboratorio de cocaína en Girardota?

“En desarrollo de las acciones estratégicas para combatir el delito unidades de la Seccional de Investigación Criminal – SIJIN, desplego un importante operativo tendiente en verificar la existencia, ubicación y destrucción de un laboratorio clandestino utilizado para el procesamiento de clorhidrato de cocaína, en zona rural de este municipio.
“En el lugar fueron incautados 170.142 gramos de cocaína y 5.000 gramos de base de coca, además de maquinaria e insumos químicos empleados para el procesamiento del alcaloide”, señala el boletín de prensa de la Policía Antioquia.
Entre los elementos hallados se destacan:
10.000 pliegos de papel filtro, 10 hornos microondas, 3 equipos utilizados para el calentamiento de agua y diluir la base de coca, 2 prensas hidráulicas de 25 toneladas, 2 quemadores industriales, 8 bombas de agua, 1 tolva de decantación, 1 mesa de filtrado, 1 equipo de extracción, 6 estructuras rústicas utilizadas para el procesamiento, Dormitorios improvisados con 30 camarotes, además de electrodomésticos y utensilios de cocina.
Así mismo, fueron incautados insumos químicos utilizados para el procesamiento del alcaloide como: acetona, ACPM, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, alcoholes, cloruro de calcio, bisulfito, soda cáustica, carbón activado y permanganato de potasio.
Según las investigaciones, este laboratorio tenía una capacidad de producción de hasta una tonelada de cocaína por semana, que era comercializada en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, distribuida en otras regiones del país e incluso enviada al exterior.
Este complejo ilegal estaría bajo el control del Grupo Delincuencial Organizado “La Terraza”, una estructura criminal que se financia a través del narcotráfico y que fue impactada significativamente con este operativo.