La denuncia de El Colombiano sobre la forma en que Luis Pérez y otros intentan ganarse cerca de 48 mil millones de pesos ($ 48.000.000.000) por un lote llamado Aguas Vivas, recuerda como estos “vivos” pasaron la Finca Las Brisas de ser un lote protegido por el POT de Medellín a ser un área urbanizable.
Desde 2015 la familia de Luis Pérez compró parte del terreno de Aguas Vivas y la Finca Las Brisas, con un gran problema para sus intereses económicos, estos lotes estaban protegidos por el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Medellín y calificados como área de mitigación, es decir que allí no se podía construir.
Desde ese año, muchos concejales, directores de Planeación y secretarios de Gestión Territorial recibieron insinuaciones sobre la necesidad de “subir” la “cota” o frontera del POT hasta el lote de Las Brisas. Pero durante las alcaldías de Aníbal Gaviria y Federico Gutiérrez nadie quiso oír esas propuestas.
“Es que es imposible que se permita construir hasta la curva de abajo y aquí en el lote no”, dijo uno de los familiares de Luis Pérez en las reuniones que se hicieron en Las Brisas durante la campaña a la Gobernación de Antioquia.
Pero, con la llegada de Daniel Quintero, y durante la formulación del Plan de Desarrollo de Medellín, se “logró” meter un artículo que subía la “cota” del POT y ahora en la Finca Las Brisas ya se podía construir.
Nunca se supo si las dos personas que metieron el artículo (un concejal y un gerente de Instituto) oyeron la historia de los ofrecimientos que se hacían en el Concejo de Medellín o solo lo hicieron por ser cuotas o “parte del grupo político de Luis Pérez en la administración”.
¿Cómo logró Luis Pérez una licencia ambiental de Corantioquia?
Superado ese primer paso, ya el POT permitía construir allí, quedaba otro problema.
La Finca Las Brisas figuraba como reserva forestal de Medellín.
Extrañamente, y saltándose al Área Metropolitana, que debía y podía autorizar el cambio de “área protegida” a área comercial, Corantioquia hizo una visita a Las Brisas y entregó el concepto favorable para que allí se construya una gran ciudadela residencial.
En febrero del año 2019, Luis Pérez, de la mano de cuatro alcaldes de su corriente política y dos dirigentes del comité Intergremial lograron vencer al candidato del gobierno y colocaron como directora de Corantioquia a Ana Ligia Mora. La votación fue siete votos por Mora y seis a favor de Carlos Andrés Naranjo, candidato del presidente Iván Duque.
El favor de elegirla no fue gratis, durante la posesión de la nueva funcionaria Luis Pérez repitió tres veces las que debían ser las nuevas funciones de la entidad:
“El Gobernador sugirió una subdirección encargada de hablar con los empresarios, pues ellos no quieren acabar el medio ambiente, pero tampoco quieren que un proyecto que presenten se demore 40, 50 y hasta 60 meses sin obtener una respuesta”, dicen los medios de comunicación sobre la posesión de Ana Ligia Mora.
“Las respuestas pueden ser positivas y negativas, pero también la corporación debe ayudar…”, le dijo Luis Pérez a El Mundo.
Puede leer: https://www.elmundo.com/noticia/Corantioquia-esta-vetustaGobernador/375748
Nadie entendió en ese momento las palabras del Gobernador de Antioquia, pero pocas semanas después Corantioquia le levantó la restricción a la Finca Las Brisas, seguramente acompañada de un muy sesudo estudio ambiental.
Puede leer: https://noticiasmanizales.com/2019/02/08/llego-el-luisperismo-uribismo-a-corantioquia/
¿Cuál es la historia de la Finca Tierralta de Luis Pérez?
Era la misma estrategia que utilizó Luis Pérez para que otra corporación Ambiental, Cornare, le facilitara licencias ambientales sobre terrenos suyos.
Ese mismo 2019, Pérez logró que el director de Cornare, condecorado por el gobernador semanas antes, le entregara licencia ambiental a la nueva vía que se construiría entre la glorieta de sancho paisa y el aeropuerto José María Córdova.
El problema, nuevamente, era que la obra estaba parada porque construirla significaba acabar con una reserva forestal:
“Las comunidades de El tablazo, Tablacito y Salado también han manifestado su preocupación por las posibles afectaciones ambientales de la obra, que atraviesa parte de la reserva del Nare, declarada zona de protección desde 1970, y redelimitada en agosto de 2010 por el Ministerio de Ambiente según la Resolución 510 para la defensa de los recursos naturales allí existentes”, se lee en una columna de Yohir Ackerman en El Espectador.
Puede leer: https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/yohir-akerman/valorizando-la-tierrita-column-747444/
Pero eso no le importó a Luis Pérez ni al director de Cornare, quien portaba orgulloso sobre su pecho el escudo de Antioquia, en categoría Oro, y finalmente se le dio autorización a la vía, que multiplicará entre diez y doce veces el valor de “Tierralta”, la finca de Luis Pérez beneficiada por la valorización producida por la APP Las Palmas-Alto Carrizales-El Tablazo.
Con dos curiosidades:
Una que la valorización de la finca de Luis Pérez la pagarán todos sus vecinos y quienes circulen y paguen el peaje por esa vía.
Y dos que la vía valía inicialmente 480 mil millones de pesos, después pasó a $ 800 mil millones y finalmente el propio gobernador, dos semanas antes de entregar su cargo, la dejó proyectada en 1.1 billones de pesos, casi doscientos mil millones de pesos más que el Túnel de Oriente.
¿Qué pasó con el lote en Bello que reclamaba Luis Pérez?
Valga decir que esa fue la única APP (Alianza Público Privada) que dejó totalmente estructurada Luis Pérez y que debió ser adjudicada por su sucesor, Aníbal Gaviria.
La acusación de El Colombiano refiere como ya pasaron dos secretarios de Gestión y Control Territorial y directores de planeación que no quisieron, o no pudieron, autorizar el pago por el lote contiguo a La Finca Las Brisas, que reclaman Luis Pérez y asociados.
Pero ahora Carlos Mario Montoya Serna habría abierto una “ventana” para hacer exigible ese pago de los 48 mil millones de pesos ($ 48.000.000.000).
Puede leer: https://www.elcolombiano.com/antioquia/el-negociazo-que-quieren-hacer-con-aguas-vivas-CH16117476
No es la primera vez que Luis Pérez intenta cobrar por un lote que pertenece al Estado, es famosa su actuación hace casi 15 años, al intentar reclamar como suyo, y de sus socios, un lote contiguo a la unidad deportiva de Bello, cerca al cuestionado Central Park, intento que se le frustró por el escándalo que le estaba generando ese irregular cobro.
Ese lote, finalmente, sería reconocido como propiedad del Estado y los querellantes fueron derrotados.
Casi dos décadas después, su intento se repite, esta vez no en Bello, sino en la zona más costosa de Medellín. La vez pasada contaba con funcionarios veniales que lo oían, pero la presión de la opinión pública le impidió coronar. Esta vez, con la Alcaldía de Medellín trabajando para él, quizá lo logre.
