Mientras ocho de los 14 senadores de la comisión séptima del Senado de Colombia pedían archivar la reforma laboral del gobierno de Gustavo Petro, las redes sociales se llenaron de fotos con la cara de Armando Benedetti, quien llegó a salvar el último tramo del gobierno, que termina en el año 2026, y ya vivió una derrota en el Congreso.
Derrota que podrían ser dos, cuando también se vote en comisión del Senado la reforma a la salud.
Entre esas caras de Armando Benedetti, y su actitud corporal, que tal esta, cuando se confirmó la ponencia de solicitud de archivo de la reforma laboral:

Pero quizá la que más circula en redes sociales es esta, donde se pueden, y se están dando, hasta interpretaciones eróticas sobre la masculinidad de Benedetti:

Y que tal esta otra foto de la cara de Armando Benedetti, cuando Gustavo Petro anunciaba que convocaría a una consulta popular que avale sus reformas, cuando menos en ella hay incredulidad y desconfianza hacia quien es “su jefe”:

¿Por qué investigan a Armando Benedetti?
Pero quizá las caras de Armando Benedetti sean su menor preocupación. Porque tras él rondan dos procesos en la Corte Suprema de Justicia. Una por el caso de Fonade, donde se le investiga por tráfico de influencias en beneficio de una entidad comercial, y dos el llamamiento a juicio por injuria agravada, tras la denuncia de Lina Arbeláez, ex directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, quien fue tratada de corrupta y ladrona por el hoy ministro del Interior.
A esos llamamientos e investigación se sumaría otro tráfico de influencias, tras conocerse los chats de Armando Benedetti con Luis Carlos Reyes, entonces director de la DIAN, entidad en la cual el político le pedía cargos seccionales y le enviaba las hojas de vida de quienes “deberían” ser nombrados.