Y cuando nada podía ir de mal a peor, llegan las certificaciones falsas de Miguel Jaramillo Luján, según denuncia que hace el congresista Andrés Forero.

El Representante a la Cámara denunció que la ministra de Salud, Carolina Corcho, nombró como asesor de comunicaciones a un amigo cercano a ella, proveniente de la alcaldía de Daniel Quintero, y quien habría aportado documentos falsos para acreditar su experiencia.

Uno de estos, sería una carta de Miguel Jaramillo Luján Comunicaciones, quien tiene una empresa constituida en octubre del año 2017, pero que expide certificaciones de la trayectoria de supuestos empleados que habrían laborado allí desde el 2015.

Con varias certificaciones, de las que ya se duda, Carlos Andrés Cardona Ramírez radicó los documentos para soportar una supuesta experiencia que le permitía un mejor salario como asesor:

“De estas solo una le permitiría cumplir el requisito de 70 meses. Se trata de Jaramillo Luján Estrategia y Comunicación S.A.S., con la que Cardona afirma haber trabajado entre enero de 2015 y agosto de 2022. El problema es que esa empresa se constituyó en octubre de 2017.

“Con estos 12 de los 71 dudosos meses de experiencia profesional acreditados por Cardona en la Notaria 38 quedarían invalidados y no cumpliría con los requisitos del cargo. Además, habría incurrido en falta disciplinaria tipificada en el núm. 6 del art. 55 de la Ley 1952 de 2019”, señala el congresista al ratificar su denuncia.

¿Qué dice Miguel Jaramillo sobre acusaciones?

Ese estilo de “engañar” a las entidades públicas con certificaciones aparentemente falsas fue creada por Daniel Quintero y sus secuaces, con diplomas y grados que entrega el Censa de Miami y que eran firmadas, en algunos casos, por familiares y amigos de los “certificados”.

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Hasta el momento no hay respuesta de la ministra ni del ministerio a esa irregularidad, como si engañar fuera hoy parte sustancial de los aspirantes a funcionarios públicos en Colombia y ante lo cual sus jefes se hacen los de la vista gorda.

Tampoco hay reacción de la empresa que entregó las falsas certificaciones de Miguel Jaramillo Luján, y menos de su propietario.

Y así se critican los “falsos” documentos en Medellín: