En las elecciones presidenciales de 1994 Ernesto Samper recibió de 6 a 8 millones de dólares de cartel de Cali y de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, pero al ser acusado de ser el primer presidente elegido por los narcos, Samper lo negó todo…hasta que llegó una frase que resumió el malestar de los colombianos: “… Si a uno se le mete un elefante a la casa, tiene que verlo” y quien la pronunció fue el cardenal Pedro Rubiano Sáenz.

Ese mismo prelado, que dedicó 68 de sus 91 años a la Iglesia Católica, falleció esta mañana en Bogotá.

La investigación de la comisión de acusaciones de la Cámara de Representantes, dirigida por el entonces congresista Carlos Manuel Arredondo, radicó el proceso con el número 8000, tras una serie de audios revelados por Andrés Pastrana Arango donde Santiago Medina (tesorero de la campaña) hablaba de la entrega de esos dineros a la campaña.

Sin embargo, a pesar de los audios, de las pruebas y testigos contra Ernesto Samper, el mandatario siempre negó el apoyo de los Rodríguez Orejuela y señaló que, si esos dineros habían entrado a su campaña, “había sido “a sus espaldas”.

¿Cuándo le quitaron la visa a Ernesto Samper?

La respuesta de los colombianos fue el rechazo mayoritario a Samper, mientras este se distanciaba de quienes habían recibido el dinero: Fernando Botero (hijo) y el propio Santiago Medina.

Otra respuesta fue humillante. El 11 de julio de 1996 Estados Unidos le quitó la visa para ir a ese país (primer presidente de Colombia que era castigado así), decisión comunicada por el embajador de EE UU en Bogotá, Myles Frechette.

«No necesito visa de Estados Unidos para gobernar el país», dijo en su momento Ernesto Samper

Pero sería el cardenal Pedro Rubiano Sáez quien diría una frase histórica, “Si a uno se le mete un elefante a la casa, tiene que verlo”.

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