Nace la crónica de Gardeazábal y muere la crónica del enchuspado.

164 días después de iniciarse la cuarentena obligatoria, el escritor siente que ya se la “gozó” completa.

Última crónica del enchuspado, de Gardeazábal para www.rutanoticias.co:

“Hace 164 días se decretó que la pandemia del corona virus debía combatirse con los métodos medioevales del confinamiento.

Hace 164 días que a los viejitos nos obligaron a un tratamiento denigrante arrebatándonos, igual que a los niños, la movilidad y la libertad de decisión.

Hace 164 días que comencé a escribir estas crónicas porque me enchusparon.

Pero la verdad es que ni los procedimientos, excepciones, comparendos e injusticias sirvieron para poner coto a la enfermedad que se abalanzaba sobre Colombia. 

Mis congéneres, los mayores de 70, siguieron muriéndose no por violar la prisión domiciliaria o desobedecer al gobernante sino porque la peste es selectiva, prefiere a los ancianos que, a los niños, a los hombres que a las mujeres.  

El encierro paralizó la economía, acabó con las fuentes de trabajo, patasarribió costumbres y procederes, hizo olvidar la milenaria tradición del culto y respeto a los muertos, pero permitió reencontrarnos en la necesidad y aprender a vivir con la proximidad del terror que finalmente ya no asusta. 

Esta noche los mismos que decretaron, modificaron, remendaron y hasta corrigieron la cuarentena, han informado que ella cesará a las 12 pm

Y aunque el retorno a la normalidad desde mañana hace presagiar una recuperación económica,

El número de muertos y contagiados y la falta de medicamentos permitidos que no dejen avanzar el proceso de la enfermedad,

Nos lleva a muchos a afirmar que esto tiene más probabilidades de empeorar que de allanarse con la esperanza de la vacuna o de evolucionar positivamente con la  asimilación ilusa del ayer con el hoy.

¿Muere la crónica del enchuspado, de Gardeazábal?

Durante estos 164 días he publicado, por podcast y por redes y republicado en diarios y emisoras radiales esta crónica diaria del enchuspado.

Solo pretendía dejar un registro al futuro de lo que nos había sucedido y permitir un desfogue del fastidio que sentíamos.  

Terminó siendo una posibilidad de gozo para quien la escribe y la vocifera en los audios que el wasap y el youtube permiten.

Pero también fue gozo para cientos de miles que se habituaron a ella buscando cómo escapar del encierro y no perder la costumbre de tener costumbres. 

Hoy es la última Crónica del Enchuspado, pero no mi última perorata.

Mientras tenga ánimo y siga creyendo que con mi voz puedo servir para aclarar o apoyar la salida al entuerto donde nos metieron,

Seguiré escribiendo la “Crónica de Gardeazábal” de lunes a viernes, ya no del enchuspado porque esta noche me despojo ese bolsón.  

Espero continuar con vida otro trecho más así sea autolimitándome,

Pero, en especial, contando con todos ustedes para que me oigan o me lean y me hagan saber su complacencia o su rechazo con lo que pienso.  

Creo que la unión y compaginación de libertad y respeto

Es lo único que podrá mantenernos en pie ante el incesante huracán que nos envuelve desde hace 164 días y quien sabe por cuántos más