La nave Starship explotó al aterrizar en Texas, en un nuevo fracaso de este gigantesco vehículo espacial que mide más de 50 metros de altura.

Este cohete, fabricado por Space X, transportará en el futuro hasta cien toneladas de carga y por lo menos 100 pasajeros en sus vuelos interespaciales.

Fue una derrota parcial porque finalmente la nave sí pudo aterrizar en tierra, aunque estalló diez segundos después de llegar al centro espacial en Texas.

En las dos ocasiones anteriores, con la SN 8 y SN9, la nave estalló antes de tocar tierra.

La nave Starship ha sido lanzada en tres ocasiones y en esta última ocasión voló hasta ascender unos diez kilómetros, una prueba de gran altitud que marca un éxito en su despegue.

Inmediatamente la SN10 se elevó por encima de los 10 kilómetros, la nave recibió la orden de hacer el “belly flop”, o caída libre, para posteriormente encender sus tres cohetes Raptor y frenar su caída hasta llegar a la plataforma en tierra.

El encendido de los tres cohetes dejó ver una llamarada lateral, aunque la nave siguió su descenso hasta que aterrizó, para momentos después explotar sin que se conozca la causa.

Starship mide unos 50 metros de altura y usa como combustible el metano, que a la vez podría usarse como refrigerante cuando la nave reingrese a la tierra.

La Nave Starship llevará al hombre a la Luna en un vuelo programado para el año 2023 y posteriormente, hacia el 2030, se espera que lleve al ser humano a Marte.

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