Pablo Escobar Gaviria murió un dos de diciembre de 1993, un día después de cumplir 44 años.   

Así lo recordó su hijo, Juan Pablo Escobar Henao, con una foto en redes sociales donde lamenta “extrañar al padre, no al criminal”.

Con su muerte, según muchos acabaría el narcotráfico, pero muy por el contrario los capos que lo sucedieron aprendieron de “pablo”, y lo superaron.

Según un informe de las Naciones Unidas, el año de la muerte de Pablo Escobar Gaviria Colombia contaba con 45 mil hectáreas de coca sembradas, y un potencial de producir 100 mil kilos de coca.

En ese año, la hoja de coca más que sembrada en Colombia era “importada” de Perú y Bolivia.

Además, en ese año, no existía erradicación, ni manual ni aspersión de químicos contra los sembrados de coca.

27 años después, El DANE informó que Colombia tiene 212.000 hectáreas de coca sembradas y una capacidad de producir hasta 951 mil kilos de coca.

Es decir, los sembrados se multiplicaron por cinco, y la capacidad de producir coca de las hojas se multiplicó por diez.

(Valor del kilo de coca en Colombia $1.400 dólares, en Estados Unidos 32 mil dólares y Europa 60 mil dólares).

Además, se pasó de tres grandes productores (cartel de Medellín, cartel de Cali y cartel del Norte del Valle) a grupos pequeños que producen y luego le venden a las Farc, al Eln, ‘los Pelusos’, ‘el Clan del Golfo’, ‘los Caparrapos’ o los carteles mexicanos. 

¿Quiénes lloran a Pablo Escobar?

Mientras esos grupos grandes se apoderaba de la producción, la familia de Pablo Escobar Gaviria se dividía.

La esposa y los dos hijos se radicaban en Argentina y acusaban a la mamá de “pablo”, Herminia Gaviria, y al hermano, Roberto Escobar, de haberlo entregado.

Y recibían como respuesta que Nicolás Escobar “vendiera” a una canal de televisión la “exhumación” del cuerpo de Escobar.

A la vez que exigía que sus parientes explicarán donde estaban los 50 millones de dólares que “quedaron” de herencia (según él representados en caletas de dólares, joyas, obras de arte, inversiones, propiedades y otros “detallitos” que dejó escondidos el capo)

Mientras que el papá de Nicolás, Roberto, calificaba a su propio hijo como el mayor estafador de Medellín.

Y las hermanas de “pablo” se convertían en reconocidas clientes en los casinos de Medellín.

Y Roberto Escobar montaba un museo de Pablo Escobar Gaviria donde lo primero que se le exige a los colombianos que llevan turistas es que no pueden “controvertir” ninguna de las fábulas que se les narran a los turistas.

De los grandes sicarios de “pablo”, solo quedan cuatro vivos, y “gozando” de sus dineros, al parecer ya legalizados.

Puede leer: https://rutanoticias.co/index.php/2020/02/07/los-sicarios-del-cartel-de-medellin-que-viven-en-santa-paz/

Al igual que gozan de sus fortunas, legalizadas por haber ayudado a matar a “pablo” ocho de los llamados doce apóstoles que entregaron información contra el capo a la DEA, a la Fiscalía de Colombia y a los “pepes – Perseguidos por Pablo Escobar”.

Muerto Pablo Escobar Gaviria sobre un tejado en Medellín, parece que fue un buen muerto para casi todos y sólo lo lloran su esposa y sus dos hijos.