Petrotributaria o Petrodieta. Además de tratar de darle “liquidez” al gobierno, la reforma tributaria debe ayudar a “calmar la sed de subsidios”, pero también cambiar los gustos alimenticios.

Entonces es ¿una Petrotributaria o Petrodieta?, analiza la “Crónica de Gardeazábal, para www.rutanoticias.co:

“PETROTRIBUTARIA O PETRODIETA

La pregunta que nos asalta a muchos colombianos desde ayer es si estamos frente a una reforma Petrotributaria, que cambia las bases de liquidación de los impuestos, o frente a una Petrodieta que pretende inducirnos por la via indirecta del IVA una variación en los hábitos y consumos alimenticios.

Muchos entendemos que la reforma tributaria después del chasco de la pretendida por Duque a través de Carrasquilla, debía presentarla un nuevo gobierno porque no hay otra forma de saciar la sed de subsidios y la falta de caja para pagarlos, sobre todo cuando resultan ser el mejor retén para las protestas sociales.

Y entendemos también que esa Petroreforma tributaria debe sustentarse en imponer un porcentaje más de tributos a quienes ganen de 10 millones mensuales hacia arriba y tengan un patrimonio mayor a los 4 mil millones.

Pero que, junto con ella, como lechuga dentro del sanduche, nos metan una sobretasa del 10 % del IVA para harinas y carnes procesadas, embutidos, conservas, papas fritas, patacones, snacks o pasabocas empacados, galletas, barquillos, obleas, ponqués, tortas, merengón, confites, fresas con chocolates, helados, postres, salsas y sobres de sopa suena a una Petrodieta y a una búsqueda de obligar disimuladamente al colombiano a cambiar de gustos alimenticios.

Pero como resulta que la gran mayoría de esos productos, más las bebidas azucaradas, gaseosas o jugos, son los que se venden en las tiendas de barrios o en las chasitas de los ambulantes en parques y calles.

Y como además, en esa Petrotributaria le fijan al mismo tendero un impuesto del 2% del ingreso bruto de sus ventas, si ellas no son mayores a 2 millones mensuales, y del 2.8% si pasan ese límite, y se lo cobran sin reconocerle que haya ganado o perdido con sus ventas, la Petrotributaria comienza a tomar pinta de haber sido montada también contra los tenderos de barrio o de pronto es más bien una vergajada contra el bolsillo de la clase media o baja que compra en esas tiendas, lo que según Raddar suman el 15% de  los consumos de hogar.

No se trata de aclarar.  Es todavía una propuesta negociable que los congresistas que representan a las cooperativas de contratistas, mal llamadas todavía partidos políticos, van a discutir y a pujar por volverla menos onerosa y más populista mientras los ambientalistas y los enemigos de la comida chatarra, al fin de cuentas totalitaristas en sus deseos de imponernos una dieta a los colombianos llamándola saludable, le van construyendo un altar de gratitud a Petro.

Gustavo Álvarez Gardeazábal. El Porce, agosto 10 del 2022.

Escuche el audio de Gardeazábal aquí: https://www.spreaker.com/episode/50873963