Pragma es la empresa que hará que la nueva revolución industrial, la de la inteligencia artificia, convierta a Medellín es una verdadera ciudad del futuro.
Carros autónomos (sin conductor), diagnósticos médicos acertados de máquinas que ven lo que el ojo humano no percibe, compras online con atención de chatbots y robots que hablan con nosotros a través de un lenguaje natural no son cosas del futuro. Gracias a la inteligencia artificial (IA) y al machine learning (aprendizaje de máquina), ya estamos viendo estos avances tecnológicos en el mundo.
No obstante, cuando hablamos de inteligencia artificial, solo pensamos en estos supersistemas sofisticados, pero lo cierto es que está en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, cuando interactuamos con Siri, la asistente virtual de Apple; cuando cometemos una infracción y pasamos por una fotomulta que nos registra, o cuando nos identifican las cámaras de reconocimiento facial del Estadio Atanasio Girardot.
Gregorio Patiño, vicepresidente de Nuevos Negocios de la empresa de tecnología colombiana Pragma, explica que no somos conscientes de que la inteligencia artificial está en nuestro día a día, pues cuando hablamos de esta tecnología pensamos en ciudades de países desarrollados. Sin embargo, olvidamos que Medellín también está a la vanguardia implementando avances, tanto en el sector público como en el privado, siendo el público más exitoso.
El directivo explica que las cámaras de fotodetección que hay en la ciudad utilizan algoritmos de visión artificial para detectar los vehículos y las placas que infringen la norma. “No son 300 personas pendientes con un ojo super agudo, las 24 horas, viendo cómo pasan los carros; es un sistema automático, algoritmos que hacen lo que haría un agente de tránsito en la calle”, dice.
Asimismo, aclara que no significa que esa tecnología reemplace a los agentes de tránsito porque, cada que la máquina emita una alerta por una infracción, hay detrás un agente experto en normativa para verificar si se debe aplicar o no la multa.
Según la Secretaría de Movilidad de Medellín, esta tecnología funciona en la ciudad desde 2011 y ha ayudado a reducir los accidentes de tránsito en un 17 por ciento. Además, en la actualidad hay 722 agentes de tránsito en las calles, frente a 40 cámaras de fotodetección distribuidas en 70 puntos.
En la capital antioqueña también contamos con un sistema de cámaras de videoanalítica y de reconocimiento facial. Son cámaras con análisis biométrico en 3D, que tienen la capacidad de registrar 20 rostros por segundo, de identificar placas de vehículos con antecedentes o denuncias y de enviar alertas automatizadas al centro de operaciones de la Policía cada vez que las imágenes detectan carros sospechosos, criminales de listas negras y prófugos de la justicia.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad de Medellín, en el Estadio, calles concurridas y en el sistema metro hay 32 cámaras de reconocimiento facial para la reacción oportuna ante delitos como el hurto, las lesiones personales, el homicidio, pero también en procesos de investigación contra el crimen organizado.
Además, desde julio del año pasado, la Fiscalía implementó un sistema de Big Data para analizar millones de datos y cruzar información que coincida para identificar similitudes en modus operandi, características físicas de criminales, tipos de armas y vehículos con el objetivo de esclarecer hechos delictivos, combatir la criminalidad, así como la impunidad.
El ente investigador afirma que esto permite explorar en tiempo real la información no estructurada que tiene la Fiscalía en la base de datos del sistema SPOA, que registra 13 millones de denuncias desde 2005, permitiendo rescatar, reabrir o impulsar investigaciones.
Entre tanto, el vicepresidente de Pragma explica que este sistema de información de Big Data y Machine Learning analiza millones de datos para determinar detalles que no podría identificar un humano; mientras que con esta tecnología es sencillo y ágil. “El Estado avanza en la implementación de inteligencia artificial en esta era de la cuarta revolución industrial y estamos haciendo cosas para mejorar el nivel de interacción de las personas con los sistemas”, resalta Patiño.
Igualmente asegura que aunque falta, Colombia no está muy lejos de la implementación de inteligencia artificial comparándola con países desarrollados, que tienen centros de investigación donde la academia y la industria de alta tecnología nos llevan ventaja respecto al acceso de herramientas y medios.
Patiño afirma que a través del Centro de la Cuarta Revolución Industrial de Medellín (inaugurado el pasado abril) el ecosistema se está viendo beneficiado para impulsar e implementar estas herramientas. “El Centro de la Cuarta Revolución Industrial es un catalizador muy grande para el ecosistema tecnológico de la ciudad y del país porque beneficia a proyectos con dinámicas asociadas a la inteligencia artificial”, añade el vicepresidente de Nuevos Negocios de Pragma.
Mitos sobre la inteligencia artificial
Si bien hace más de dos décadas una máquina le ganó un partido de ajedrez al campeón del mundo Gary Kaspárov y en 2017 una computadora derrotó al campeón chino de Go, un antiguo y complejo juego de mesa que requiere mucho esfuerzo mental, pensar que los robots reemplazarán a los humanos en el futuro es una idea errada: nosotros no competiremos con las máquinas.
Así lo asegura el vicepresidente de Nuevos Negocios de Pragma, quien explica que, si bien hay avances en inteligencia artificial y Machine Learning, estamos muy lejos de lograr construir una máquina tan autónoma que sea capaz de razonar de manera completa y similar al ser humano.
“Si bien hay eficacia en los desarrollos, y el hombre ha creado máquinas que pueden funcionar en juegos de estrategia y que apoyan equipos médicos para ver lo que el ojo humano no puede y diagnosticar enfermedades con mayor precisión, la visión general es aprovechar esos dominios para aumentar las capacidades humanas”, resalta Patiño en su visión del trabajo de Pragma.
Por ejemplo, en medicina, la inteligencia artificial brinda asistencia a los médicos en cirugías, detecta enfermedades oculares y encuentra signos de cáncer de pulmón en radiografías; además, ve lo que un médico no vería en un diagnóstico muy temprano.
La banca es otro de los sectores que se beneficia con la inteligencia artificial: se automatizan procesos, se analizan grandes volúmenes de datos, que sería una tarea muy compleja para los humanos, y se estudia el riesgo de crédito a través de algoritmos.
El Foro Económico Mundial establece que la inteligencia artificial va a ser determinante para las entidades bancarias y afirma que Autonomous Research calcula que habrá una disminución de 1,2 millones de empleos en el sector bancario en el 2030.
No obstante, el Foro Económico Mundial aclara que esa cifra es exagerada. De hecho, académicos aseguran que, por el contrario, si se aprovecha la inteligencia artificial para solucionar problemas complejos, esta tecnología contribuirá al aumento de empleos en 2025, sobre todo a expertos en esta tecnología.