Hidroituango está construido sobre imbecilidades de los hombres, dice El Jodario, la columna semanal de Gustavo Álvarez Gardeazábal para Ruta Noticias.
Basado en dos libros sobre la mega obra y su crisis, que casi arrasa con cinco municipios y sus veredas, El Jodario presenta un panorama crítico, donde se habla, incluso,de la destrucción de lo que hasta hoy está hecho en Hidroituango.
Este es el Jodario, de Gardeazábal, para Ruta Noticias:
“Cuando uno termina de leer el atronador estudio que ha realizado el ingeniero de la Facultad de Geo ciencias de la Universidad Nacional Modesto Portillo Gamboa,sobre los antecedentes, desarrollo y consecuencias del proyecto hidroeléctrico de Hidroituango, no solo se encuentra la radiografía descarnada de lo que verdaderamente pasó, sino el listado de imbecilidades que se siguen haciendo y que pueden tener funestas consecuencias a futuro.
“Pero si al mismo tiempo se lee el libro “Errores constructivos de Hidroituango” del ingeniero Luis Pérez, quien funge en la actualidad como gobernador de Antioquia, con sus 20 anexos documentales, y lo une con las apreciaciones científicas al detalle del profesor Portillo, se convence que la proyectada gran obra de la ingeniería, que salvaría el futuro energético de Colombia, se volvió una amenaza social y no ha dejado de ser motivo de zozobra permanente,así nos hayamos olvidado de ella en los medios de comunicación.
“Para ambos ingenieros el impacto dañino de los explosivos usados en la penetración dela montaña para construir túneles, vías y casa de máquinas, apenas se está comenzando a sentir y para cualquier lector profano se convierten en el factor irremediable que terminará por destruir no solo las esperanzas de constructores y diseñadores, sino la ilusión del pueblo antioqueño que, con toda razón, y haciendo honor a su verraquera emprendedora, ya se sentía orgulloso desemejante megaobra.
“Luego de la juiciosa lectura de uno y otro texto la conclusión es única y dolorosa. Lapresa debe vaciarse en su totalidad y ahí sí, evaluar si puede corregirse o abandonarla definitivamente. El resto son pamplinas que pueden costar muchos más miles de millones que los gastados hasta ahora”.