El secuestro y liberación del niño Lyan Hortúa se convirtió en una película de esas que Colombia da libretos todos los días.
Y los protagonistas del secuestro y liberación del niño Lyan Hortúa no “decepcionan”:: Primero la Policía de Colombia no dice nada, segundo aparece un narco extraditado a Estados Unidos y unas “disidencias de las FARC” contratadas desde Estados Unidos para cometer un secuestro y obligar el pago de una deuda de narcos.
Además, esta película de los “nuevos ricos” y sus extravagancias” son un papá y una mamá testaferros, esta última una “Barbie” a la que solo le falta decir “mor”, papá integrante de una banda delincuencial asociada al narcotráfico, y, finalmente, el “emisario” que pagó el rescate muerto, tan solo un día después de entregar la primera parte del total acordado por el rescate del niño.
¿Cómo escribir un libreto de narcos en Colombia?
El secuestro del niño Lyan Hortúa se dio el sábado 3 de mayo y fue liberado el miércoles 21, tras el pago de una “cuota inicial” por su liberación.
“…Lo tuvieron amarrado cuatro días, tuvimos dos video llamadas con él, nos decía que estaba bien y lo trataban bien”, señaló el padrastro del niño al visitarlo en el centro hospitalario donde le hicieron los primeros exámenes médicos.
Sin embargo, esa liberación destapó una “historia diaria” en Colombia, donde el narcotráfico, los capos extraditados, los testaferros y los inocentes son protagonistas.
Capítulo 1: El Testaferrato
Según la Revista Semana, el papá del niño, José Leonardo Hortúa Blandón, alias Mascota, era un sicario asociado al narcotraficante Diego Pérez Henao, alias Diego Rastrojo.
Pero este hombre fue extraditado a Estados Unidos en el año 2012 y condenado en ese país a 30 años por narcotráfico. Antes de eso, alias Diego Rastrojo habría entregado bienes a José Leonardo Hortúa Blandón y Angie Bonilla, papá y mamá del niño Lyan.
Todo estaba en calma hasta que, en el 2013, con Angie Bonilla empezando su embarazo, el papá de Lyan murió baleado en un consultorio odontológico.
Tras la extradición de alias Diego Rastrojo y la muerte del papá, al parecer los bienes quedaron a nombre de la mujer y ella los “encaletó” a través de un grupo de testaferros hasta que este año empezaron a reclamárselos.
¿Quién es alias Diego Rastrojo?
Capítulo 2: Las deudas del narcotráfico
Desde Estados Unidos y a través de emisarios, alias Diego Rastrojo pidió que se le devolviera “todo”, lo que significa una cifra cercana a los 37 mil millones de pesos ($ 37.000.000.000), unos 9 millones de dólares.
Nuevamente Angie Bonilla negó tener cualquier relación con esos bienes y, el sábado 3 de mayo, entre cinco y siete hombres llegaron hasta su vivienda a secuestrarla a ella, famosa por sus publicaciones en redes sociales, donde se conocía como “Barbie Vanessa” o a su nuevo esposo, Jorsuar Suárez, un extravagante joyero de la “alta clase de Cali”:



Pero al ver que no estaba ninguno de los dos adultos, los asaltantes, pertenecientes a las disidencias de las FARC y al parecer contratados por alias Diego Rastrojo, se llevaron al niño y desataron una ola de indignación por el secuestro de un niño de solo 11 años.
Mientras Colombia clamaba por la liberación de Lyan, su madre y su padrastro pidieron la intervención de otros narcos presos, quienes garantizaron la vida del niño, pero exigieron a la familia el pago de la deuda y rescate, cuyo primer desembolso fue de 4 mil millones de pesos ($ 4.000.000.000).
¿Cuánto pagaron por liberar al niño Lyan Hortúa?
Capítulo 3: Deudas de sangre
Antonio Cuadros, primo de Jorsuar Suárez, padrastro del niño, fue el encargado de llevar, el miércoles 21, la “primera cuota del rescate”, de 4 mil millones de pesos a la zona rural de Jamundí.
Pero, este jueves 22 de mayo, en la mañana, este hombre sería baleado por dos sicarios que lo impactaron en mínimo ocho oportunidades, mientras estaba en un comercio.
Cuadros ya había sobrevivido a un intento de secuestro en 2014 y ahora, tras entregar la alta suma de dinero, fue asesinado por la espalda.
Mientras tanto, Angie, o la “Barbie Vanessa” y el estrafalario joyero, Jorsuar Suárez, según la Defensoría del Pueblo, están buscando salir del Valle del Cauca ante “la presión psicológica que viven”. Y eso que todavía “deben” entregar 33 mil millones de pesos ($ 33.000.000.000), como quien dice, faltan más capítulos del secuestro y liberación del niño Lyan Hortúa. Y, nada raro, más muertos.