Tres boas constrictor, adultas, fueron halladas en una encomienda que llegaba de Magangué a Medellín.
El tráfico de fauna silvestre afecta a estos animales que son utilizados como mascotas exóticas y cuya piel es apetecida para fabricar zapatos, bolsos o billeteras.
El hallazgo de estas tres boas constrictor se dio gracias al único canino de la Policía de Colombia especializado en la detección de fauna silvestre.
La recuperación de las boas se desarrolló en una bodega de envíos al occidente de Medellín, por uniformados del grupo de protección ambiental y ecológica de la Policía Fiscal y Aduanera.
“Luego de la señal positiva de la canina, de raza Golden Retriever, de nombre ‘lila’, los uniformados descubren 2 cajas que simulaban ser repuestos para motocicletas y en su interior eran transportadas las tres serpientes procedentes del municipio de Magangué, departamento de Bolívar, con destino a la ciudad de Medellín”, señaló el brigadier general Eliécer Camacho Jiménez.
Agregó el comandante de la Policía Metropolitana que “estas especies son utilizadas por algunas personas como mascotas en lugar de la fauna doméstica. De esta forma se afecta la naturaleza al sacarlos de su hábitat natural, con lo cual se rompe el equilibrio de los ecosistemas”.
La mordedura de una boa constrictor es dolorosa, pero no es mortal para el hombre.
La persona que transporta, vende o exhibe estos animales puede verse inmersa en una investigación de acuerdo al artículo 328 del código penal.
El capturado puede hacerse acreedor de una pena en prisión de 4 a 8 años y así mismo una multa de 100 a 300 SMLMV.
Más de 900 especies de fauna silvestre fueron incautadas en el Valle de Aburrá en lo que va corrido del año.
54 de ellas corresponde a anfibios así: 10 culebras, 41 boas constrictor y 3 falsas corales.