En un grupo de 23 animales que fueron liberados por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Corantioquia en el Suroeste antioqueño, se encuentra el primer Cusumbo o Coatí (Nasa nasa) que es rastreado en el país con un collar de telemetría.
La tecnología permitirá obtener datos de valor científico, pues este es el primer estudio de este tipo que se hace sobre la especie, de la cual aún hay vacíos de información.
El primer informe del monitoreo satelital indicó que, en solo 2 días, el animal se había desplazado aproximadamente 2 kilómetros e ingresó a una zona de bosque alto andino densa y muy bien conectada ecológicamente, con buena disponibilidad de agua y condiciones muy propicias para la supervivencia de la especie, pues allí encontrará el alimento que requiere: frutos, semillas, hojas, raíces, insectos, pequeños vertebrados y pequeños reptiles, que son sus presas potenciales.
La liberación se realizó en el predio La Libertad, una reserva de la sociedad civil localizada en zona rural del municipio de Jardín.
Allí también regresaron a su hábitat otros 22 animales silvestres que fueron readaptados en el Hogar de Paso de Corantioquia y el Centro de Atención y Valoración (CAV) del Área Metropolitana: 4 cernícalos (Falco sparverius), 3 gallinazos (Coragyps atratus), 2 gavilanes (Rupornis magnirostris), 1 currucutú (Megascops choliba) y 12 zarigüeyas (Didelphis marsupialis).
El collar de telemetría que lleva el Cusumbo pesa menos del 5% del peso del animal y tiene un sistema GPS que envía señales a equipos satelitales, que permiten establecer su ubicación y desplazamientos, y así inferir cómo es el comportamiento del animal y su interacción con el entorno.
El Coatí, también llamado Cusumbo, llegó al Hogar de Paso de Corantioquia en julio de 2020, con 4 meses de edad, tras ser encontrado por campesinos en zona rural de Andes.
¿Cuál es la historia del cusumbo solo liberado en Antioquia?
Su readaptación duró 8 meses, tiempo en el que se le brindó atención veterinaria y nutricional, además de estímulos, especialmente aversivos, para que aprendiera a identificar al ser humano como un peligro y evite la cercanía con este.
El proceso incluyó además estímulos alimenticios, enriquecimientos ambientales y aislamiento visual y auditivo, para facilitar la adaptación a las condiciones de su medio natural.
Los Cusumbos (Nasa nasa), son de gran importancia para los ecosistemas, pertenecen a la familia Prociónide, en la que también se encuentran los mapaches y los perros de monte, entre otros.
El macho adulto es solitario, mientras que las hembras y los juveniles viven en grupos de hasta 30 ejemplares.
Su dieta omnívora incluye una amplia variedad de insectos, arañas, larvas, frutos, semillas y raíces; también consume pequeños mamíferos, pájaros, lagartijas e incluso carroña.
Caminan sobre sus pies (plantígrado) y pueden descender de árboles cabeza abajo gracias a sus flexibles articulaciones. Son de hábitos diurnos y duermen en nidos, que hacen ellos, en las copas de los árboles.