Según un escritor de Bogotá, los combos y bandas presentes en Antioquia tienen un “acuerdo” que les permite manejar algunas áreas de la convivencia diaria mientras que otras regresan al “Estado” y eso da pie para que el maestro Gustavo Álvarez Gardeazabal, @ElJodario, pregunte si esa “paz parcial de la violencia en Medellín” se puede irradiar a Colombia:
PAZ PARCIAL A LO PAISA
Hace unos días, el lúcido y objetivo analista Gustavo Duncan hizo un recuento asombroso sobre lo que él llama “ el proceso civilizatorio de la violencia en Medellin” en su columna de El Tiempo y que no resulta ser más que una teorización de la salida a lo paisa del problema de los combos y las bandas que heredaron, con astucia y habilidad, el engranaje delictivo del Valle de Aburrá luego de la desaparición de Pablo Escobar.
Leyéndolo se pone uno a pensar si acaso ese modelo usado en Medellín y sus municipios vecinos no pueda ser el mismo que podríamos aplicar en Colombia para encontrarle una solución al creciente problema de las bandas armadas que se tomaron campos y ciudades y siguen sembrando violencia y muerte, terror y sumisión a lo largo y ancho del país.
Si en el territorio paisa pudieron encontrar una forma de aceptar la realidad y ella fue , y sigue siendo, el convivir federalmente con los grupos armados, por qué no intentar hacer lo propio en el resto del país ?
Es decir, aceptar que el estado ha sido reemplazado en determinadas funciones por el paraestado que conforman pandillas, bandas y combos. Y que a su vez tales grupos reconozcan al estado renunciando al gobierno de una parte significativa de las áreas donde ahora ejercen.
Suena inverosímil , pero en Medellín, a lo paisa, pudieron hacerlo aceptando que las extorsiones que realizan , la justicia que administran y la organización de la vida en barriadas puede hacerse sin usar como herramienta de dominación la violencia.
Duncan propone entonces que a mediano plazo esa situación se pueda aplicar en muchas regiones del país . Entonces no se negociaría la paz sino la entrega y el rescate de ciertas funciones del estado, como finalmente los alcaldes de Medellín y el Valle de Aburra parecen haber terminado habilidosamente consiguiendo como si fuese una coadministración de lo mínimo sin violencia.
Es para pensarlo así se caiga encima el escaparate de la moralidad que dizque nos sostiene.
Gustavo Álvarez Gardeazábal. El Porce, septiembre 30 del 2025″. Escuche el audio de @ElJodario sobre la violencia en Medellín y la paz parcial: