Alberto Santofimio Botero pagó 20 años de cárcel por el crimen de Luis Carlos Galán.
Fue “condenado de oídas”, dice la “Crónica de Gardeazábal” para www.rutanoticias.co.
Y agrega que este viernes Alberto Santofimio Botero publica “Memorias Fragmentadas” la historia de lo que le tocó vivir:
“LOS ESTIGMAS DE SANTOFIMIO
Pocas personas han sido tan estigmatizadas en la historia de Colombia como Alberto Santofimio Botero.
Por haberse dejado untar, como tantos, de la pomada que terminó conectando a las partidas presupuestales con el ejercicio congresional. Pero, sobre todo, por haber cometido el craso error de recibir en sus huestes políticas a Pablo Escobar como suplente a la Cámara de Representantes por el Departamento de Antioquia, Santofimio terminó despreciado nacionalmente y condenado por un montaje judicial muy bien urdido, pero no por ello exageradamente anormal.
Santofimio fue condenado por la justicia colombiana por ser el responsable indirecto del asesinato de Luis Carlos Galán con una sola prueba de oídas.
No importó que por ese crimen también haya sido condenado el entonces Director del DAS y allí si con pruebas fotográficas y documentales.
La justicia le creyó a Popeye quien dijo que había oído de un escolta de Pablo que a su vez le había contado que en una reunión donde Santofimio conversaba con Pablo hablaron de la posibilidad de la muerte de Galán.
Con saña inauditas, Santofimio pagó cárcel por casi 20 años, le expropiaron su apartamento para pagar la compensación a la familia Galán y lo redujeron al muladar.
¿Qué contará Alberto Santofimio Botero en su libro?
Así y todo, habiendo redimido la condena por lo que no hizo, tanto en la prisión como ahora en su retiro campestre de Ibagué, ha seguido leyendo, escribiendo columnas provincianas, componiendo canciones terrígenas y recreando todo lo que él, como muy pocos colombianos vivió gracias a su capacidad política, su fogosidad verbal y su desbordante memoria humanística.
Mañana viernes 18, como un desagravio no expresado, Ediciones Pijao pondrá en circulación su libro “Memorias Fragmentadas” en un acto musical y literario en el Centro de Convenciones de Ibagué.
Quienes fueron sus fervientes seguidores. Quienes se deleitaron y lo recuerdan como el último gran orador en un país de oradores. Pero sobre todo quienes como yo le hemos seguido leyendo e intercambiando correspondencia durante todos sus largos años de castigo infame, revaloraremos ante su libro el gran despilfarro histórico que el país y el propio Santofimio cometieron.
Curtido por los años, pero tan brillante como cuando era vibrante y poderoso senador, le queda la satisfacción de que sus páginas serán recordadas y consultadas por las generaciones futuras mientras que las cuentas de cobro a las tesorerías del estado que durante más de 30 años han presentado los miembros de la familia Galán al tiempo que llevan al extremo la venganza contra él, nunca encontrarán ni editores ni lectores.
El Porce, febrero 17 2022