El expresidente y exsenador Álvaro Uribe Vélez les dijo a integrantes de la Comisión de la Verdad que no reconoce las instituciones que nacieron del acuerdo de La Habana por, entre otras razones, desconocimiento del triunfo del plebiscito de la paz.

Así lo aseguró Álvaro Uribe Vélez ante el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, y los comisionados Lucía González y Leyner Palacios.

“Yo no puedo reconocer la legitimidad de las instituciones derivadas del proceso de la Habana, por muchas razones, una de ellas por el desconocimiento del plebiscito”, dijo.

En una exposición que tenía documentada en un cuaderno, el expresidente habló de:

Los “falsos positivos”:

Al referirse a ellos aseguró que siempre, como Presidente, actuó inmediatamente conoció los casos, incluso acudiendo a la destitución de altos oficiales.

Sobre los 13 asesinatos en Soacha, donde muchos jóvenes fueron engañados con un trabajo y luego fusilados, para posteriormente presentarlos como bajas de la guerrilla, señaló que las propias madres decían que algunos de ellos habían sido “seducidos por una oportunidad para ganar dinero”.

“Las comprendí, comparto su dolor, porque cuando uno ha vivido todo lo que yo viví de dolor, el dolor no se quita”, dijo y aseguró que este caso llevó a retirar a 27 altos oficiales en 2008, por su falta de diligencia y cuidado.

Pero también pidió que se investigue cuántos falsos positivos estaban relacionados con narcotráfico y protección de cultivos ilegales.

“¿Se ha investigado cuántos de los ‘falsos positivos’ se debieron a que señalaban a personas que terminaron asesinadas como colabores de grupos ilegales?

Además, agregó que nunca le pidió resultados a los altos mandos, saltándose la ley:

“No hay un soldado o un Policía de Colombia que pueda decir que le de mi mal ejemplo de palabra o de obra”, dijo.

¿Cómo protegió Álvaro Uribe Vélez los derechos humanos?

Posteriormente, ante una pregunta del padre de Roux sobre si solo se estudiaron los casos de 2007 en adelante, y no los de 2003 a 2007. Uribe resaltó que “Aquí no se puede seguir con la tesis de que esto lo resolvió un ministro… Hay 1800 personas condenadas. Cómo me va a decir que eso no sirve padre. Eso es un sesgo de su reverencia”, le dijo.

Álvaro Uribe Vélez también habló de la protección de los derechos humanos:

Resaltó que la seguridad democrática aumentó, por el contario, la planta de fiscales de derechos humanos, lo que permitió proteger a los sindicalistas, los defensores de derechos humanos y la protección de la vida de periodistas críticos (señaló que se tenían años de 17 periodistas asesinados en Colombia y en su gobierno la cifra baja a uno por año).

Sobre las Convivir:

Expresó que cuando llegó a la Gobernación de Antioquia encontró esas cooperativas ya consolidadas. “En el país hubo aproximadamente 700 Convivir y en la Gobernación de Antioquia hubo 69”, dijo.

¿Por qué se debe reformar la Justicia Especial para la Paz?

Sobre el crimen de Jesús María Valle, dijo que se reunió con él y que tramitó las denuncias sobre nexos entre militares y paramilitares en zonas del norte antiqueño, agregando que el crimen, además, sucedió cuando estaba fuera del país.

También criticó a la Justicia Especial para la Paz y explicó porque siempre ha pedido su reforma: “es un error “muy grave” el equiparar a integrantes de las extintas Farc con los miembros de las Fuerzas Militares a instancias de la justicia especial.

“Los militares los están forzando a reconocer delitos en aras de proteger la libertad. Por eso he dicho que se debe reformar a la JEP para tener una justicia imparcial para las Fuerzas Armadas”, dijo.

Igualmente, habló de la violencia que ha rodeado a su familia (aunque señaló que nunca se han declarado víctimas).

“Si a mí me hubiera movido el odio no hubiera aspirado a la gobernación y a la Presidencia. Yo tengo un temperamento que me impide mentir”, dijo.
“Yo nací en medio de la violencia política. Toda mí llegada al uso de razón es oyendo esos asesinatos de la violencia política, viendo a mis padres desesperados por eso. Nos tocan todas las violencias en el campo, en la vida universitaria. Mi familia es víctima, aunque nunca se ha declarado como tal. Cuántas personas han asesinado estando a mi lado. Cuánto dolor me ha causado eso. O sea, aquí advertencias de dolor no tenemos que hacer”, agregó en su testimonio de dos horas.