En Medellín hay instaladas 2.886 cámaras de seguridad, que operan las 24 horas del día, y la Alcaldía repite constantemente que “los pillos no la tienen fácil” en la ciudad. A pesar de esos elementos de alta tecnología, los que sí la tiene fácil son los secuaces de Daniel Quintero que, sin que nadie los controle, están invadiendo las calles y sitios neurálgicos con vallas, pasacalles y grafitis contra Federico Gutiérrez.
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Con esas 2.886 cámaras de seguridad de la Alcaldía de Medellín, las que prácticamente hacen que no exista un sitio público en la capital paisa sin “vigilancia”, sería muy fácil saber quién instala los andamios y soportes para esas vallas clandestinas, que finalmente es la operación más complicada y que requiere más tiempo, pero no, nadie ve nada, nada oye nada y los ataques contra el candidato a la Alcaldía de Medellín, que cuadruplica a los de Daniel Quintero en intención de voto, proliferan.
“Estas vallas con información falsa, vienen siendo instaladas en Medellín de forma irregular. La Alcaldía permite su instalación y no las desmonta, mientras sí lo hace con mi publicidad que tiene permiso. Son costosas. Cada una puede costar entre 4 y 5 millones de pesos. Las pagan con la plata que se robaron. Esta campaña sucia y cochina es la extensión de la que ya me hicieron en campaña a la Presidencia. Son los mismos”, alertó Federico Gutiérrez en sus redes sociales.
No hay respuesta de la Alcaldía ni de Daniel Quintero, a quien en Medellín se llama el nuevo samuel moreno, mientras las agresiones contra Federico Gutiérrez siguen.
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