En un mundo donde muchas veces todo es suerte, o la casuística, hoy el Mundial de Fútbol de Catar muestra a un Brasil eliminado y, a su lado, el nacimiento de dos leyendas, la primera el arquero Dominik Livakovic y la segunda la maldición del gato negro.

Según la BBC, “Los gatos son prácticamente venerados en Qatar y maltratarlos es considerado un pecado.

“Para la religión del islam, el gato es prácticamente un animal sagrado ya que era el preferido del Profeta Mahoma. Así, el maltrato dirigido hacia estos animales en particular es considerado un pecado y motivo de castigo divino”.

Y por eso, la maldición del gato negro y Brasil es tendencia en el mundo hoy.

Todo empezó en la conferencia previa al partido de Brasil contra Croacia, que dejaría a un semifinalista en el Mundial.

Sin que nadie sepa cómo, un gato se coló al salón, primero se acostó al pie de la mesa y después se subió a ella, cuando Vinicius respondía a los periodistas del mundo.

Para quienes creen en la mala suerte, la maldición, aunque el gato era amarillento y no negro, empezó allí.

En director de prensa de Brasil, lo agarró de la piel y lo lanzó al piso generando una cara extraña de Vinicius y un ronroneo entre todos los periodistas presentes.

Alertados por el malestar que esa acción había generado, los directivos de Brasil adoptaron al pequeño gato y lo llamaron “HEXA”, en referencia al sexto título que buscarían en este Mundial.

¿Cómo quedó el partido de Brasil contra Croacia?

Pero otra vez, para quienes creen en la mala suerte, la maldición del gato negro-gris estaba echada.

El partido de este viernes dejó a un Brasil incapaz de vencer en los 90 minutos de juego a Croacia. Y esas eran palabras grandes, porque los cariocas eran favoritos del 90 por ciento de los hinchas del mundo y Croacia, aunque venía de ser subcampeona del mundo (en el Mundial de Brasil) no figuraba de favorita ni en las casas de juego.

Por eso, no sorprendió que la mala suerte siguiera en el extra tiempo y que Neymar anotara en el minuto 105, pero que solo once minutos después Croacia empatara.

Y en los penales no fue el gato, sino Dominik Livakovic, el arquero de Croacia, quien venció a Brasil.

El golero, que había evitado en 5 ocasiones el gol de los cariocas (incluido un gol de Brasil en el último minuto del extra tiempo) le tapó un penal a Rodrigo y finalmente vio como Marquiño desperdiciaba el cobro final.

Sorpresa en el mundo al ver a Brasil eliminado, mientras el gato, como cada día en Catar, seguirá siendo venerado.