Querían tener un año nuevo lleno de plata y terminaron investigados y con casa por cárcel dos policías secuestradores en Medellín.
Su estrategia era la misma, capturar, secuestrar, “empapelar” y extorsionar a ciudadanos del centro de Medellín, muy especialmente a vendedores, a quienes acusaban de delitos que inventaban, luego los llevaban al CAI del Parque de Bolívar hasta que pagaran cifras millonarias por su liberación.
Lo habían hecho el jueves 19 de diciembre y lo intentaron repetir el lunes 23 del mismo mes, pero Jorge Fernando Barrios Vergara y Jorge Enrique Guerrero Salgado, los policías secuestradores en Medellín, ya eran vigilados por uniformados del GAULA, que los capturaron en flagrancia.
Desgraciadamente, un juez de control de garantías les impuso medida de aseguramiento en lugar de residencia, decisión que fue apelada por la Fiscalía.
¿Cuál es la historia de los policías secuestradores en Medellín?
“La Fiscalía General de la Nación presentó ante un juez de control de garantías a los patrulleros de la Policía Nacional, Jorge Fernando Barrios Vergara y Jorge Enrique Guerrero Salgado, por los delitos de secuestro simple agravado, hurto calificado y agravado; concusión, y prevaricato por omisión.
“El material probatorio presentado por un fiscal de la Seccional Medellín permitió establecer que el pasado 23 de diciembre los uniformados llegaron a un sector del viaducto en Medellín, donde abordaron a un vendedor ambulante. El ciudadano, al parecer, fue trasladado irregularmente al CAI del Parque de Bolívar y lo despojaron de sus pertenecías, entre ellas un anillo y un reloj, avaluados en más de 2 millones de pesos.
“La víctima denunció que en el lugar le habrían introducido en su maletín una bolsa con estupefacientes, para justificar la captura y, al parecer, le exigieron 10 millones de pesos para dejarlo ir”, señala el boletín de prensa de la Fiscalía de Colombia.
Los procesados fueron capturados en flagrancias por funcionarios del Gaula tras recibir la denuncia del vendedor ambulante, quien había huido del CAI.
La investigación permitió establecer que los uniformados estarían involucrados en un hecho similar ocurrido el pasado 19 de diciembre, cuando, al parecer, le aseguraron a otro vendedor informal del sector que tenía una orden de captura por el delito de hurto, sin que esto fuera verdad.
Presuntamente, lo llevaron en contra de su voluntad al mismo CAI, donde lo golpearon, insultaron y quitaron sus pertenencias avaluadas en unos 7 millones de pesos