El Cuyanacentrismo, de Alejandro García Enríquez, quiere demostrar como los pueblos natales de este continente tenía estructuras sociales y militares que, hoy, serían la herencia de América al mundo para la felicidad humana.
Por eso El Cuyanacentrismo, de Alejandro García Enríquez, es el libro recomendado por Gustavo Álvarez Gardeazábal, @ElJodario, en este fin de semana en www.rutanoticias.co:
“QUÉ LEE GARDEAZABAL. El Cuyanacentrismo, de Alejandro García Enríquez, editado por Caza de Libros
Alejandro García Enríquez, un nariñense muerto en 1991 quien a lo largo de su vida se desempeñó como agrónomo graduado, especializado en genética vegetal, fue un estudioso del hebreo y el quechua, pero ante todo un humanista, de los que sabe dar esas tierras del sur.
Tuvo una obsesión y trabajó por ella toda su vida: la de demostrar que el Cuyanacentrismo es el ideario de la civilización inca y de los otros pueblos ancestrales y que, de no haber sido subyugado, sería en los tiempos presentes el aporte a la paz y la felicidad universal humana.
Para ello en este libro, inicialmente editado en 1992 por Ernesto López en la desaparecida editorial Lealon en Medellín, desmenuza ese pensamiento, repitiéndose empalagosamente, para construir la hipótesis de que es proyectando e incluyendo en tales conceptos del homo americano como se puede llegar a un renacimiento del socialismo precolombino.
En su nueva edición, con letras y tipos más amables, hecha por Caza de Libros en Ibagué, durante 333 páginas se proyecta con más fuerza la crítica a las civilizaciones occidentales que volvieron añicos las culturas indígenas americanas, cargadas según él, de pacifismo y socialismo extremos.
Para hacerlo, empero, se mete casi en la sin salida tratando de hacer asimilables los conceptos de la filosofía y las religiones occidentales al esquema utilizado por incas y mayas.
Ese esfuerzo hace repetitivo el ordenamiento de las explicaciones hasta llegar a violentar al lector más avezado en la interpretación de textos filosóficos posteriores a Santo Tomás.
Pero si algo queda claro es que los habitantes de América antes de llegar los españoles, tenían muy presentes y definidos los elementos sociales y epistemológicos, al mismo tiempo que se las habían ingeniado para establecer organizaciones estatales y militares basadas en la colectivización y la pacificación en los territorios que con sus adelantos fueron aumentando.
Como tal entonces, y por entre medio de la palabrería exagerada que supura el libro, se vislumbra que el daño hecho por Occidente, y en especial por la Iglesia Católica española, al estigmatizar y borrar los vestigios de las civilizaciones maya e inca, fue mayúsculo y le hizo perder una gran oportunidad a la humanidad.
Gustavo Álvarez Gardeazábal. El Porce, junio 22 del 2024″.
Escuche el audio sobre el libro El Cuyanacentrismo, de Alejandro García Enríquez aquí: