El ingreso violento a la Universidad de Antioquia de algunas personas, no autorizadas, pondría en peligro la reapertura total del Alma Mater.

Según un boletín de la Universidad, aunque se está retornando paulatinamente a su sede, en dias recientes varias personas entraron “en algunos casos con recurso de la fuerza y la intimidación” poniendo en peligro tanto a estudiantes como a profesores y personal administrativo.

“La Universidad de Antioquia viene adelantando de manera ordenada y rigurosa acciones para materializar el retorno gradual y seguro de actividades presenciales en sus espacios. En coherencia con ese propósito, la institución manifiesta su preocupación y rechazo ante el ingreso no autorizado y, en algunos casos, con el recurso de la fuerza y la intimidación, que en los últimos días vienen realizando a la Ciudad Universitaria algunos estudiantes”, dice el boletín público de la Universidad.

Y la preocupación es porque aún no se logra controlar la pandemia del coronavirus.

Ese ingreso violento a la Universidad de Antioquia pone en peligro la vida de las personas de la Universidad, pero también su condición médica, por un eventual contagio del coronavirus.

¿Cómo proteger la vida en la Universidad de Antioquia?

“Por lo anterior, el que algunos universitarios no acojan estas recomendaciones y vulneren los accesos al Campus sin atender las medidas mínimas de bioseguridad recomendadas, representa una alteración a la posibilidad de materializar el retorno gradual, pues pone en riesgo a todos los que están convocados y priorizados.

Como institución estamos comprometidos con seguir avanzado en los planes de retorno a la presencialidad, de tal manera que logremos restablecer las actividades que se han proyectado.

Para ello, pedimos un compromiso consciente y respetuoso de toda la comunidad. Ocupar los espacios del Campus, encontrarnos nuevamente, retomar las relaciones de interacción cercanas son propósitos que compartimos todos los estamentos de la Universidad; por eso, la administración avanza visiblemente en los procesos que han permitido, cada vez más, el ingreso de personas que desarrollan tareas en todos los ejes misionales, pero al ritmo que demanda el cuidado de la salud y la vida. 

Un ingreso abrupto, violento o no autorizado rompe la posibilidad de avanzar más rápidamente y con gradualidad en esta dinámica. Este es el sentido del llamado urgente que hoy hace la Universidad, pues estamos convencidos de que cuidarnos a nosotros mismos, implica el valor solidario y universitario de cuidar a los otros.