En la mente infantil de Juan Carlos Upegui andar con una gigantesca paloma de icopor es un acto de paz.
En la mente de los ambientalistas esa figura representa el llamado «asesino silencioso»: el icopor tarda 1000 años en degradarse y mientras tanto enferma a los humanos y es uno de los principales causantes de la muerte de aves y seres marinos, que lo consumen al creer que es un alimento.
Según los ambientalistas, una tonelada del «asesino silencioso» ocupa el mismo espacio que 100 toneladas de otros desechos, y al no tener mercado de reciclaje, generalmente termina en ríos y quebradas antes que ser depositado en rellenos sanitarios.
Curiosamente, el icopor solo se llama así en Colombia, porque en realidad es un material plástico derivado de un polietileno, es decir un derivado del petróleo.
Y ¿por qué se llama icopor?, la respuesta está en ESTA TESIS de Hernán Rodríguez Mamian y Tirsa Edith Montilla Lagos, de la Universidad Libre de Cali:
«… El ICOPOR, como es conocido por los colombianos y lo llamamos así porque la primera empresa que comenzó a producir este material en el país se llamaba: la Industria Colombiana de Porosos. Pero, su nombre científico es poli estireno expandido (EPS)»…
¿Qué estudios hay sobre el icopor?
Pues esa gigantesca paloma de la paz, de icopor, y que tardará mil años en biodegradarse, y que utiliza Juan Carlos Upegui para provocar a los ciudadanos que marchan en contra de Gustavo Petro y de Daniel Quintero y sus secuaces, es hoy señalada como cancerígena:
«… Terminan causando problemas a la humanidad por el constante contacto que tenemos con este químico, porque muchos de los alimentos que consumimos han sido empacados en este material y como consecuencia de las dioxinas que son toxicas pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo, afectar el sistema inmunitario, interferir con hormonas y causar cáncer. (comfenalco antioquia, 2020)».
Además, muy seguramente la paloma de la paz de Juan Carlos Upegui terminará en el Río Medellín, luego pasará al Río Magdalena y finalmente al mar, donde, según Greenpeace y la tesis de la Universidad Libre de Cali, causará la muerte a innumerables seres, que la confundirán con alimento:
«… La exposición del ICOPOR al sol y al agua provoca que se rompa en pequeños pedazos, por ello es más fácil que los animales tanto peces como aves lo confunden con alimento. Las consecuencias de que lo ingieran son la asfixia y heridas que afectan sobre todo a las especies marinas, en especial a los cetáceos. Se calcula en cientos de miles las muertes de mamíferos marinos al año por esta causa, y son más de 1,200 especies las impactadas por el material en los océanos…
«… Al ingerirlo llena el sistema digestivo, los hace sentir satisfechos por un determinado tiempo y no pueden ingerir nada más, semanas después mueren de inanición…».
¿Cómo más afecta el icopor al mar?
Mientras que su flotabilidad y el amplio espacio que ocupa sus residuos, al cubrir algas y mangles, impedirá el llamado desove:
«… Estos residuos llegan por las corrientes marinas y de los ríos, quedando atrapadas en las raíces de los árboles de mangle generando contaminación y afectando la función original del ecosistema (Greenpeace, 2019)».
Por eso esa gigantesca paloma de la paz, utilizada por Daniel Quintero, a quien llaman el nuevo samuel moreno, y por sus secuaces como elemento de agresión no es un canto a la vida y solo es un elemento más de tragedia futura.
Pero al menos servirá para que la mente infantil de Juan Carlos Upegui se divierta un día más.