¿Cómo llegar a los amantes de la lectura en medio de esta pandemia del coronavirus? La pregunta la resolvió Comfenalco Antioquia al crear la lectura por teléfono a personas ciegas.
Hoy 16 personas ciegas de nacimiento o que perdieron su visión en un accidente, se benefician de las lecturas por teléfono, una estrategia que nació en pandemia por causa del cierre de bibliotecas y que hoy sigue vigente, gracias a un grupo de promotores de lectura y de voluntarios de Comfenalco.
“Todos los días, Silvia Congote, de 64 años, espera que le suene su teléfono fijo para que un promotor de lectura de Comfenalco Antioquia le preste sus ojos y le lea un libro en voz alta”, cuenta Comfenalco.
Esta rutina la tiene hace año y medio, desde que, por causa de la pandemia, dejó de ir al Club de Lectura ‘La Voz del Libro’, de la Biblioteca Héctor González Mejía, ubicada en el corazón de Medellín.
“Me fascinan estas lecturas por teléfono, me dan enseñanzas, me divierten, me tranquilizan, me dan paz, alegría y me hacen sentir muchas sensaciones. A raíz de la pandemia dejamos de ir presencialmente a los clubes de lectura, eso nos ha frustrado; gracias a Dios Comfenalco Antioquia nos propuso la lectura por teléfono a personas ciegas y han sido maravillosas, así nos sentimos en familia”, dice Silvia.
“Los lectores nos trasmiten las historias de una forma que nos introducen en ellas, cuando me leen, siento que estoy metida en el cuento, en la lectura”, agrega.
Nelson Fredy Pérez, promotor de Lectura de Comfenalco Antioquia y líder de esta estrategia, cuenta que “Amo aprender de ellos porque la forma como asumen las lecturas es una fortaleza de vida que no todo el mundo tiene y esto para mí es un regalo”, resalta.
¿Cómo nació la lectura por teléfono a personas ciegas?
Las llamadas son personalizadas, ya sea en el día, en la tarde o en la noche, dependiendo del horario que escogió la persona beneficiada, y esas lecturas duran hasta dos horas, tiempo que se pasa volando porque comparten la misma pasión por los libros, por las historias y los personajes.
En más de un año, Nelson y su equipo le han leído a cada persona 36 libros por teléfono.
Nelson cuenta que no han parado de leer en pandemia, han terminado libros gigantes, por ejemplo, El siglo de las luces, del escritor cubano Alejo Carpentier; Yo, Julia, de Santiago Posteguillo, La Peste, del escritor argelino-francés, Albert Camus, y de Stefan Zweig han leído casi toda su obra.
En este momento, están escuchando las letras de Ulises, de James Joyce, que nombra en cada capítulo los personajes o situaciones de La Odisea de Homero, para luego leer y entender esta emblemática obra, publicada en 1922.
“Leemos con mucha pasión, sin afán, me detengo a explicar la época en la que transcurre el libro, para que podamos entender el contexto donde está la historia. No es leer un texto de corrido, es hacer un análisis político, geográfico e histórico, les describo el mapa de lo que estamos leyendo, por ejemplo, leyendo La peste, les hice una descripción de África, les expliqué dónde quedaba Argelia”, explica.
Hace más de una década nació ‘La Voz del Libro’, el primer Club de Lectura de Comfenalco Antioquia, un espacio pensado para personas ciegas, donde antes de pandemia, hacían lecturas en voz alta, todos los sábados de 2:00 p.m. a 4:30 p.m.