Las imágenes de la marcha en Medellín contra las sandeces del gobierno nacional, las locuras de sus ministras y funcionarios y el ataque del socialismo fracasado, contra la economía del país, superan las palabras.
Miles de ciudadanos, miles de voces, protestaron contra la reforma a la salud, también contra una eventual reforma pensional y contra todo lo que este gobierno quiere destruir.
La marcha en Medellín solo registró dos momentos incómodos, uno cuando un loquito trató de frenar la marcha, a través del simbolismo de la paloma de la paz, y dos cuando secuaces de Daniel Quintero, a quien en Medellín llaman el nuevo samuel moreno, en honor al alcalde Bogotá capturado y condenado por corrupción, trataron de boicotear la protesta frente a las puertas de la propia Alcaldía.
Acompañados de la Personería, los dos bandidos de Quintero fueron retirados de la plazoleta de La Alpujarra.
Después la concentración de ciudadanos fue tan pacífica, tan diferente a la que lideran los terroristas de la primera línea, que los funcionarios de la personería de Medellín y los de la Defensoría del Pueblo se dedicaron a chupar paleta:
«Esta marcha en Medellín es 10 veces la de ayer», dijo finalmente uno de los camarógrafos asistentes.
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