Octavio Zambrano y san David González se convirtieron en los héroes de la nueva clasificación del Medellín a una final del fútbol Colombiano, que esta vez, como en el año 2016, será contra el Junior de Barranquilla.

Los dos, el estratega por la forma en que cambió la mentalidad del equipo, y el arquero rojo por los tres goles que le evitó al Deportes Tolima, llevaron a la victoria dos a cero del Medellín sobre el Tolima en el estadio Manuel Murillo Toro.

Como era lógico, después del empate dos a dos en la capital paisa, todos daban como muy seguro finalista al equipo dirigido por Alberto Gamero y por eso los pijaos empezaron desde el primer minuto buscando el gol que les permitiera llegar la final.

Pero allí, para la fortuna del rojo, estaban conectados Octavio Zambrano y san David González. El primero porque entendió que los jugadores del Tolima tenían mucha libertad en el medio cambio y sacrificó a Brayan Castrillón y entró a Jorge Segura y el segundo porque cuando el DIM más lo necesitaba ahogó el grito de gol de los pijaos: dos veces a Marco Pérez y otra a Daniel Cataño.

Esa llave permitiría que otros jugadores recuperaran su buen nivel. Un Andrés Ricaurte majestuoso (su forma de engañar al defensa para que el balón le quedara libre a Juan Fernando Caicedo, para el segundo tanto rojo, solo es comparable a las “figuras” que arma Messi en el Barcelona) y un Germán Ezequiel Cano dedicado al sacrificio y a robar la atención de los defensas fueron claves para los dos tantos del Medellín.

Con el dos a cero que llena a todos de confianza, con Cano como goleador del campeonato, con la mejor defensa de la Liga, con la clasificación asegurada a Copa Libertadores 2019 y con la ilusión de su séptima estrella. El DIM esperará este 2 y  8 de diciembre al Junior para la gran final de la Liga Águila II. Solo faltan 12 días para que la ilusión  se haga realidad.