Los plásticos de un solo uso son uno de los contaminantes de mayor impacto sobre el medio ambiente.

Afortunadamente, cada día nacen “salvadores” del planeta que con sus pequeñas acciones sensibilizan a los demás sobre cómo salvar el mundo, y al hombre.

Todos los días el planeta sufre consecuencias por diferentes acciones que realizamos los humanos en la Tierra y así como hoy es muy difícil crear cero impactos en ella, conocemos varias formas de reducirlo al utilizar menos plásticos de un solo uso, donar prendas, incrementar el uso de otros mecanismos de transporte, reciclar, reutilizar.

Uno de los mayores contaminantes en el planeta, son los plásticos de un solo uso.

En sólo Colombia se talan más de 6 millones de árboles en el año para fabricar objetos desechables que son botados a la caneca.

6 millones de árboles ocupan 262.500.000 m2 que equivale a 36.7 canchas del área del campin.

La pregunta es: ¿que estamos haciendo nosotros para cambiar esta realidad?

Tan sólo quedan 9 años para modificar el rumbo, revertir el cambio climático y salvar el planeta, comenta el Panel Intergubernamental de Cambio Climático.
Para evitar que la temperatura global aumente más de 1,5 °C, la humanidad debe reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO₂) hasta aproximadamente la mitad de los niveles actuales de aquí a 2030, así que nos quedan 9 años y hasta cero de aquí a 2050.

¿Qué están haciendo las empresas colombianas?

En Medellín, la vocera Katherine Correa, una emprendedora y luchadora por la ecología está aportando al cambio por medio del menor uso posible de plástico y agua en la producción de desechables.

Ella realiza implementos ecológicos que pueden remplazar desechables del día a día con el bambú. Un material de fácil regeneración de la planta y de fácil descomposición.

¿Qué es la fibra de bambú?

La fibra de bambú es un material natural que crece un metro al mes y si se corta se regenera fácilmente sin sufrir daños, además el bambú captura 30% más de CO2 que un árbol.

Esta fibra se extrae de bosques de bambú generados para una producción sostenible, sin interrumpir el habitad natural de los seres vivos. Así que ella empezó el proceso de fabricación de los pañales en fibra de bambú, adicionalmente con este producto no se realiza ningún testeo en animales.

Katherine Correa nos comenta como ha tomado acción sobre el tema durante los últimos 4 años, reduciendo hasta 50 millones de objetos contenedores de plástico que se han dejado de botar en el planeta con tan solo 8 mil personas colombianas que se han visto influenciados por la vocera y han iniciado un cambio.

“Nos sentimos orgullosos de poner nuestro grano de arena para ayudar a crear conciencia y generar menos desechos tóxicos para la Tierra, esperamos que para 2030 contemos con 4.610.000 familias conscientes de que, si no hacemos algo por el planeta, esta Tierra que conocemos será muy distinta a la que tendrán nuestros hijos. Así, esperamos llegar a menos de 32 billones de objetos desechables de un solo uso botados a la basura y dejaremos de talar más de 46 millones de árboles” dice la vocera.

Lo que pasa en el mundo, nos deja con muchos interrogantes:

¿Qué pasa si no cumplimos la primera meta del 2030?

¿Qué más podemos hacer para ayudar al planeta?

Y ¿Qué mundo le queremos dejar a nuestros hijos?