Los policías de Belén fueron denunciados ante la Fiscalía y ante el comando de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá por comerciantes del barrio Trinidad y Barrio Antioquia.

Según las denuncias, que fueron presentadas al propio brigadier general Eliécer Camacho Jiménez, comandante de la Policía, los uniformados estarían extorsionando a los comerciantes y allanando residencias y negocios sin orden de la Fiscalía y sin ningún respaldo legal para los procedimientos.

Todo porque, según los uniformados, estos comerciantes están en un barrio que es considerado “zona roja”.

En estas acciones, aparentemente, estarían involucrados varios policías de Belén y no solo los motorizados.

Según una de las denunciantes, incluso la semana anterior se presentó un saqueo a los comercios.

En su testimonio, reseñó que primero pasó por el barrio una patrulla del comando de Belén pidiendo a la gente que se “entren a la casa por el coronavirus”.

Y minutos más tarde llegaron los motorizados y se metieron a los negocios, de donde, según ella, sustrajeron elementos de valor.

También, según otra denunciante, utilizarían las cámaras de seguridad de la Alcaldía para la presunta extorsión.

Desde esas cámaras de seguridad de la Alcaldía, vigilarían y grabarían a los ciudadanos en sus viviendas.

Quienes posteriormente reciben llamadas advirtiendoles que están grabados en actos delictivos.

Además, los policías de Belén estarían extorsionando a los comerciantes, acusándolos de estar relacionados con el narcotráfico, sin mostrar ninguna prueba.

Con la amenaza de “llevárselos presos” si no entregan altas sumas de dinero y evitar ser “envainados”.

Incluso uno de esos uniformados se ve en un video, grabado por una de las víctimas, cuando recibe, aparentemente, dinero.

Las denuncias respectivas, con los videos y fotos de los policías, ya están en Fiscalía y en el Comando de Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.