Brisas del Atardecer de Gustavo Páez Escobar, recoge, en una bella edición, 30 cuentos del prolífico autor y periodista boyacense.

Brisas del Atardecer de Gustavo Páez Escobar también es una bella forma de acercarse a la Colombia donde “el futuro se miraba con alegría y no con el pesimismo de hoy”, señala Gustavo Álvarez Gardeazábal, @ElJodario, en su reseña de fin de semana para www.rutanoticias.co. (La portada del libro es obra de Valeria, nieta del autor):

“QUÉ LEE GARDEAZABAL. Reseña de Brisas del Atardecer de Gustavo Páez Escobar, editada por La Serpiente Emplumada.

Antes de estudiar Letras en la Universidad del Valle aprendí a leer cuentos, muy tradicionales y decimonónicos, por cierto, en los libros de Adel López Gómez y Euclides Jaramillo Arango, escritores del antiguo Caldas.

El hada madrina de mis primigenios pasos literarios, Otto Morales Benítez, me enganchó personalmente con este par de autores y mantuve, con los dos hasta sus muertes, más de una conversación o un variado cruce de cartas mientras aprendía más de la naturaleza del cuento y lo comparaba con los fundamentos constructivos que identificaba en Cortázar y en todos los cuentistas universales que me devoré.

Esos mismos elementos identificatorios del buen cuento lo ha tenido espaciadamente a lo largo de su vida Gustavo Páez Escobar a quien conocí personalmente en casa de Euclides en Armenia, cuando Páez ejercía su profesión de banquero en el Quindío.

Desde entonces he seguido sus pasos y fui lector de sus escarceos literarios, sus cuentos y su columna semanal en El Espectador, que mantuvo hasta cuando cumplió los 80 años.

Jubilado en la tranquilidad del deber cumplido, ha editado ahora este libro donde reúne cuentos de distintos momentos de su vida, encabezados por ese cuento maestro del Sapo Burlón, a quien acolitan otros de tan excelsa calidad como Humo y la Copa Rota.

Casi todos los relatos que incluye en esta antología son hechos en el perfeccionismo de lenguaje tradicional, con la mesura delicada para dosificar la tensión, ajustar la verosimilitud y verter personajes apoyándose en la descripción física y la metáfora eficaz.

Leerlo entonces resulta revivir una Colombia que ya pasó, en donde el humor era decente, la sociedad no la había descarriado la traquetería y el futuro se miraba con alegría y no con el pesimismo de hoy.

Para muchos de mi generación será un placer reencontrarse con el cuento clásico de nuestros paisajes campesinos. Para mí una oportunidad de añorar todo lo que Gustavo Páez y yo y muchos alumnos de las escuelas campesinas del país andino aprendimos de la sabia pluma de Euclides Jaramillo Arango, sus plataneritos y sus juegos infantiles.

Gustavo Álvarez Gardeazábal. El Porce, febrero 24 del 2024.

Escuche el audio aquí: https://www.spreaker.com/episode/que-lee-gardeazabal-brisas-del-atardecer-de-gustavo-paez-escobar-24-02-2024–58802655