Desde el 5 de septiembre del año 2024 secuestraron al Gato Garfield y aunque su dueño invadió las redes sociales, los postes y las entradas de los edificios del Barrio Robledo con una foto del animal, y el teléfono donde se podía avisar quién lo había visto, el animal pareció perderse definitivamente.

Cinco meses después, al enterarse que lo tenían en la casa del vecino y tras reclamarlo, el dueño del Gato Garfield recibió una extraña petición, 5 millones de pesos para devolverlo.

Incluso, el “compañero sentimental” de quien lo tenía se presentó como “del grupo delincuencial” del barrio y exigió el pago del rescate.

Pero la denuncia del dueño y una investigación de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y de la Fiscalía de Colombia permitió que quienes secuestraron al Gato Garfield fueran a la cárcel y el animal volviera a su hogar.

¿Cómo liberaron al Gato Garfield?

“La Fiscalía General de la Nación judicializó ante un juez de control de garantías, a Jeferson Esney Gil Puerta y a su compañera sentimental Diana Sofía Marín Vasco, por su presunta responsabilidad en exigirle dinero a un hombre, a cambio de devolverle su gato, llamado Garfield.

“De acuerdo con la investigación, el 7 de septiembre de 2024, en una vivienda de una urbanización en el barrio Robledo de Medellín (Antioquia), desapareció el gato. Su dueño inició la búsqueda por el sector y por redes sociales; sin embargo, no logró ubicarlo.

“El pasado 16 de febrero, la víctima se enteró que la hija de una vecina del conjunto tenía al gato, no obstante, se negó a entregarlo. En ese momento, Diana Sofía Marín Vasco, al parecer, le exigió cinco millones de pesos para devolvérselo. De otra parte, dos días después, Jeferson Esney Gil Puerta, presuntamente, intimidó al propietario del gato, diciendo que él tenía contacto con un grupo delincuencial del sector, y de nuevo le pidió el dinero a cambio de regresar al animal”, señala el boletín de prensa de la Fiscalía de Colombia.

Este 19 de febrero, finalmente acordaron la entrega del dinero en la misma urbanización, día en el que la pareja fue capturada por servidores del Gaula de la Policía Nacional.

Un fiscal de la Seccional Medellín le imputó a esta pareja el delito de extorsión simple y el despacho judicial impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a Gil Puerta, y Marín Vasco fue cobijada con medida no privativa de la libertad, pero continúa vinculada al proceso. El cargo no fue aceptado.