Sobre Federico Gutiérrez tienen una imagen “critica” los empleados de la Alcaldía de Medellín y por eso, al preguntarles que piensan de una eventual decisión final entre “fico” y un sucesor de Daniel Quintero, a quien en Medellín llaman el nuevo samuel moreno, dicen categóricamente que “más vale perverso conocido que ladrón por conocer”.
Los empleados de la alcaldía de Medellín, de planta, fueron determinantes para que Santiago Gómez, el “elegido” por Federico Gutiérrez para sucederlo, no llegara a ser alcalde y esos mismos funcionarios, maltratados y humillados por Daniel Quintero, probablemente quedarán en la disyuntiva de apoyar a un sucesor de pinturita o recibir como “salvador” a “fico”.
Tarea difícil porque entre 2016 y 2020 Federico Gutiérrez fue demasiado soberbio contra los funcionarios de planta y, también, altanero en los respaldos a funcionarios que se creían de mejor familia que los empleados públicos.
El problema es que eran “niñitos” que levitaban, igual que su líder, y por eso, como ahora con Daniel Quintero y sus secuaces, los empleados de carrera administrativa se enfrentaron a sus jefes, cuando trataban de cambiar los procesos o se “dirigían” los contratos.
Esos mismos empleados, que hoy denuncian contratos “espejo” y que silenciosamente le han salvado muchos recursos a Medellín, no creen masivamente en “el salvador de Medellín”.
“La verdad es que, por un lado, la gestión de gobierno fue regular, si revisas no fueron grandes obras ni nada de mostrar, en comparación con otros alcaldes. Y la sensación general es que se dedicó a las RRPP y la política y dejó el gobierno en manos de Santiago y otros de su ralea”, dijo uno de ellos a www.rutanoticias.co
Otro funcionario señaló que “también tuvo un gabinete muy inexperto, aunque Quintero lo superó en eso, y en la mala gestión”.
¿Cuántos son los empleados de la Alcaldía de Medellín?
Sobre Federico Gutiérrez no hay la mejor opinión entre los funcionarios de la Alcaldía y “el salvador de Medellín” necesita esos votos. Sumados el ente central, y sus entidades propias o descentralizadas, son cerca de 30 mil empleados, cifra que casi se triplica cuando se suma a su familia.
Y ese es el temor, que el candidato que quiere administrar a Medellín sea el mismo egocéntrico que entre el 2016 y el 2020 se dedicó a buscar quienes lo alabaran, a criticar las obras de su antecesor, aunque después saliera prontamente a inaugurarlas, o reinaugurarlas, y que se hizo más amigo de gentes de todos los sectores, legales o ilegales de Medellín, y no de sus propios dirigidos.
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