Wilmar Antonio Giraldo Quiroz, alias siopas, fue acribillado hace una semana y en su cuerpo, que apenas apareció ayer miércoles, quedaron 12 balas, cinco de ellas en su rostro, según un primer dictamen de la Policía de Colombia.
Aparentemente, alias siopas no quería participar de un proceso de desmovilización anexo a los diálogos de paz que propone el gobierno de Gustavo Petro y que permitiría legalizar las grandes fortunas del narcotráfico en Colombia, pagar penas menores y, sobre todo, quedarse en el país y no ser extraditado.
Además, se corrió el rumor de alias siopas, al tener finanzas propias y contar con 400 hombres a sus órdenes, pretendería formar su propio grupo narcotraficante.
Esa «negativa de Wilmar Antonio Giraldo Quiroz, alias siopas, a someterse, y ser «independiente», lo habría enfrentado con Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias chiquito malo, quien quedó al mando del clan del golfo, tras la captura y extradición de Dairo Usuga, alias otoniel, quien hoy negocia su pena con el gobierno de Estado Unidos, en un juicio que se lleva a cabo en Nueva York.
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Alias siopas perteneció al frente 5 de las FARC, con injerencia en Antioquia, Chocó y la costa atlántica, donde conoció a alias otoniel, y se había desmovilizado en el año 2009.
Desgraciadamente, esa desmovilización, al igual que la de alias otoniel, fue corta, pues los dos reclutaron antiguos compañeros de la guerrilla y crearon el llamado clan del golfo, la mayor organización del narcotráfico en Colombia.
Alias siopas era, hasta hoy, el segundo al mando en el clan del golfo, tras alias chiquito malo, y tenía a sus órdenes 400 hombres armados.
Por su captura, o información que permitiera detenerlo, el gobierno de Colombia y ofrecía un millón de dólares ( 5 mil millones de pesos).