El misil Hellfire que mató a Ayman Al Zawahiri es una nueva versión de armas no tripuladas diseñadas para asesinar un blanco específico, sin causar los llamados “daños colaterales”.
Eso porque el misil Hellfire r9x que mató al líder de Al Qaeda ya no tiene los 100 kilos de explosivos que portaban sus antecesores sino un arma antiquísima: seis espadas que son activadas cuando está llegando al blanco.
“Y es que este Hellfire modificado no explota, sino que literalmente “tritura” aquello contra lo que impacta. En el caso poco probable de que el objetivo hubiera podido salir airoso después de que el proyectil de alta velocidad, con un peso aproximado de 45 kilos, atravesase el techo… difícilmente podría haberse librado de las seis cuchillas que el misil desplegó segundos antes del impacto cortándolo todo a su paso…”, dice la página Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa.
El Ayman Al Zawahiri es el líder terrorista número once dado de baja con este misil, desde el año 2017 que empezó usarse el r9x.
Así actúan el misil Hellfire que mató a Ayman Al Zawahiri y las seis espadas:
¿Quién era el Ayman Al Wazahiri?
Al Zawahiri reemplazó en la dirección de Al Qaeda a Osama Bin Laden, muerto en un operativo en Pakistán (mayo de 2011).
Osama Bin Laden y Al Zawahiri habían fundado Al Qaeda en 1988, para establecer un califato islámico en el mundo musulmán.
Pero su historia, que incluía su participación en el asesinato del presidente egipcio Anwar el-Sadat (año 1981) y los atentados a las Torres Gemelas (año 2001) culminó este domingo cuando dos misiles Hellfire r9x lo impactaron mientras estaba en una casa en Kabul, capital de Afganistán.
Según el presidente Joe Biden, «se ha hecho justicia…” y agregó que su país permanecerá alerta para enfrentar a «todos aquellos alrededores del mundo que quieren dañar a EE. UU.»
Además, Biden expresó que no se alertó a los funcionarios talibanes en Afganistán, país del que Estados Unidos salió en el 2021 y que, supuestamente, había roto sus relaciones con Al Qaeda.
Estados Unidos ofrecía hasta 25 millones de dólares por información que permitiera su captura o muerte ($107.000.000.000 – ciento siete mil millones de pesos colombianos), mientras que los misiles Hellfire le costaron 999 millones 180 mil pesos (cada misil vale $499.590.000).