Quince días después de que el periodista Felipe Zuleta le pidiera al alcalde Daniel Quintero que “saliera del closet”, término usado por los gay en su jerga sexual, esta mañana de miércoles la que salió del closet, pero político y clientelista, fue la concejal Dora Saldarriaga.
Desencajada, casi al borde de las lágrimas, invadida de “apetito burocrático” y muy ofuscada, Dora Saldarriaga se “auto postuló” para todos los cargos de la mesa directiva que dirigirá al Concejo de Medellín en el año 2023. ¡Para todos!
Con esa candidatura y el voto «negociado» de Luis Carlos Hernández, Daniel Quintero y Fabio Humberto Rivera tenían todo despejado para la Presidencia del Concejo de Medellín.
Curiosamente, es la primera y única vez en el Concejo de Medellín en que uno de sus integrantes aspira a todos los cargos de la mesa directiva, y eso que le faltó el cargo de secretaria general, pero ese solo lo otorgan por concurso académico.
En su desenfrenada carrera electoral, incluso se auto declaró como «partido de oposición», aunque ella, que dice que es profesora de derecho constitucional, no recordó que para hacerlo debe mandar la solicitud al Consejo Nacional Electoral y esperar que le contesten.
Y, además, que no puede ser partido de oposición porque «Estamos Listas», el movimiento político al que pertenece, no tiene personería jurídica.
Aun así la profesora de derecho constitucional se auto postuló:
Primero lo hizo para el cargo de presidenta, pero solo obtuvo su voto.
Después para el de vicepresidenta primera, y solo logró su voto, nuevamente.
Y finalmente para el cargo de vicepresidenta 2, al que finalmente fue elegida, como ella misma lo dijo “por los concejales quinteritas”:
¿Por qué está desesperada Dora Saldarriaga?
La “jugada” de Dora Saldarriaga y su voto por la coalición de Daniel Quintero tiene dos lecturas.
La primera es la que le preguntó el concejal Luis Bernardo Vélez en el propio recinto el Concejo de Medellín ¿Qué le dieron?
Y la respuesta quizá estaba en la fiesta privada en la Presidencia del Concejo de Medellín donde, al ritmo de muchos “whiskies”, seis concejales de la coalición hablaban de la componenda entre ella y el presidente.
Y la segunda es una lucha interna en el “Movimiento Estamos Listas”.
Por reglamento interno ninguna de sus integrantes puede repetir “postulación” o “cargo” en las corporaciones y Dora Saldarriaga si quiere hacerlo. Pero, solo puede convencer a sus compañeras de partido de que ella si es reelegible si muestra que fortaleció al Movimiento.
“Ahí les traigo” somos vicepresidentas del Concejo, podría decirles.
Falta ver si sus compañeras le creen ese carretazo, porque en realidad el cargo de vicepresidenta segunda solo sirve para llenar otro renglón en la hoja de vida personal, a no ser que desde el piso doce de la Alcaldía de Medellín le digan “quedaste lista”.